miércoles, 31 de julio de 2019

C.H.U.D. (CANÍBALES HUMANOIDES ULULANTES DEMONIACOS)

C.H.U.D. era una de esas películas de videoclub que siempre he querido ver.
Si bien serían montañas y montañas de films los que ocuparían mi espacio de visionado, de vez en cuando me cuando no me gusta dejar escapar alguna de estas joyas que bien podrían ser dignas de estudio.

No hay que olvidar que el cine de terror y de Serie B (esta en concreto tiene bastante presupuesto para catalogarla de este modo) llenaban tardes de ocio no sólo de niños y adolescentes estadounidenses, sino de millones en todo el mundo.
El fenómeno de película de videoclub (primero en formato Beta y más tarde en VHS) ocuparon un lugar destacado en el ocio de los años 80 y 90 del pasado Siglo XX; incluso las mayors, vieron peligrar el negocio de las salas cinematográficas. Por eso (entre otras cosas) tardaban tanto en salir en este formato.
Otras, sin embargo, iban directamente a ocupar las estanterías de aquellos lugares que eran como quimeras cinematográficas que hacían las delicias de cualquier cinéfilo que se preciase.

Ahora bien, centrándonos en la película que hoy nos ocupa; resulta ser el típico film de monstruo asesino que habita en las alcantarillas de una gran ciudad como Nueva York.
Víctimas fáciles, raramente con una conexión directa entre si y que tienen en vilo a la policía.
El capitán Bosch estará al cargo de la investigación, que le llevará a contactar con los habitantes de las alcantarillas quienes han visto al extraño ser (luego resultan ser varios) que atemorizan tanto en el suelo como en el subsuelo de la gran urbe.

Pronto, nos damos cuenta que tanto el ayuntamiento, como las autoridades competentes están al corriente de estos seres, a los que denominan "un fallo del sistema" debido a unos residuos radioactivo ubicados en las profundidades de Nueva York y que denominan como expediente C.H.U.D.
Entre unos que quieren destapar el misterio y otros que intentan taparlo comenzará así, un conflicto de intereses que puede llevar a una conclusión positiva o no del conflicto.

A pesar de ser un argumento un tanto trillado (recordemos que muchas de estas películas echaban la culpa a desechos radiactivos o a elementos químicos como causantes de los problemas, el conflicto o epidemias) C.H.U.D. cuenta con un reparto encabezado por John Heard, Daniel Stern (que por aquel entonces ya había trabajado a las órdenes de Woody Allen) o Christopher Curry que incluso a día de hoy suele ser un secundario más que habitual en el cine estadounidense.
Y es que el cine ya sea bueno o no siempre tiene un hueco, por así decirlo, cada película tiene su potencial espectador y así es, lo que sucede que en muchas ocasiones que nosotros como espectadores no encontramos esas películas que nos hagan pasar ese buen rato que tanto ansiamos.

Con todo C.H.U.D. es una película de corta duración, entretenida y por qué no decirlo, con unos monstruos tan maravillosos que sólo por eso merece la pena que no sea olvidada. Hay segunda parte, estoy deseoso de verla.

viernes, 26 de julio de 2019

STRANGER THINGS - TEMPORADA 3

Me molesta cuando las críticas hacia una serie van en la dirección - la anterior temporada fue mejor .- o por el contrario esas críticas vienen construidas desde un agravio comparativo, más bien propio de un espectador caprichoso, más que de uno que disfrute el producto en si.

"Stranger Things" es una serie que va creciendo a medida que las temporadas van avanzando.
Si bien en un principio el contexto era más infantil, (debido a la edad de sus protagonistas), a mediada que los capítulos se van sucediendo la serie es más violenta, más madura y por que no decirlo, va buscando que el espectador crezca con ella.
Me llama poderosamente la atención situarme como espectador y pensar que a los chicos que les suceden esas cosas son de mi edad y que los adolescentes son mayores que yo, cuando la realidad es que yo soy bastante mayor que todos ellos y eso sólo lo puede lograr un producto que esté bien construido.

Ahora bien, ¿qué nos ofrece esta nueva temporada? Pues algo que está muy bien pensado, el enfoque de quienes son "los malos".
¿Quiénes eran los malos en las películas de los ochenta? Los rusos, pues aquí igual. Si nos situamos en los ochenta, que los soviéticos sean los malos en discordia sucedía tanto en el cine, en la televisión como en la literatura, así que esta lectura (nunca mejor dicho), tiene todo el sentido.

Con todo ello, que el imperio del norte de Europa diseñe un arma para lograr abrir de nuevo el portal y traer de nuevo el universo paralelo y con ello sus monstruos me parece una genialidad.
Como lo es también, lo que lleva a los distintos grupos a resolver un nuevo misterio que les llevándoles a todos a la resolución del problema.

Y es que en esta nueva temporada vuelven a haber homenajes claros al cine de los años 80.
La saga "Terminator" de James Cameron (concretamente sus dos primeras entregas) donde uno de los malos es un claro reflejo del robot - humanoide; o el homenaje que hay a la mítica "The Blob. El Terror no tiene forma" ("The Blob" - Chuck Russell 1988)) que inundaba las estanterías de los Videoclubs de aquellos años y que era un remake directo de la película de 1958 interpretada por Steve McQueen.

En cuanto a la evolución de los personajes en algunos casos es evidente, como el de Dustin que a pesar de cumplir años sigue ganándose al público (y en esta nueva temporada hasta se enamora) o el de Jonathan quien deja por momentos de ser un pelele de Nancy (aunque esto sea difícil para él).
Importante a su vez, es mencionar al personaje de Bobby, con un peso narrativo brutal en esta temporada y sobre el cual recae gran parte de la trama.
También contamos con nuevos monstruos y un presupuesto mayor que hace volar coches o que la banda sonora de esta temporada suene hasta Madonna, algo quizás impensable cuando comenzó la serie.

Con todo, decir que "Stranger Things" sigue cumpliendo con lo que busca, puro entretenimiento, es una declaración de intenciones un "pasa el rato y olvídate de los problemas". En mi caso, como siempre es de un disfrute máximo.


martes, 23 de julio de 2019

FEAR THE WALKING DEAD - TEMPORADA 4

Cuando ves una serie durante varias temporadas, te paras a pensar si la evolución ha sido la correcta o si por el contrario, quizás otro rumbo le hubiese sentado mejor.
En el caso de "Fear the Walking Dead", creo que el cambio de aires le ha sentado estupendamente.
Si bien en las anteriores temporadas veíamos un presupuesto más reducido (muy probablemente los productores dijeron - A ver que pasa con esto), a medida que la serie ha ido avanzando, el incremento de presupuesto y de medios ha hecho que esta se iguale a su hermana mayor "The Walking Dead".

Y no sólo eso, sino que la incorporación de uno de los personajes principales de la serie primigenia hacen de esta cuarta temporada de "Fear the Walking Dead" la mejor de todas hasta la fecha.
Morgan (al cual tantas veces he alabado en este blog) emprende un viaje alejado de Alexandria y de los que fueron hasta el momento sus compañeros de viaje y decide emprender una travesía en solitario.

Camina sin cesar, atraviesa caminos, carreteras, montes, montañas y así, termina primeramente encontrándose con John Dorie un hombre solitario en busca de la mujer de la que se enamoró un día, y después con Althea una chica que conduce un carro militar y que se dedica (como último testigo del tiempo que le ha tocado vivir) a recopilar los testimonios de quienes se encuentran en su camino a través de su cámara de vídeo.
Referente claro y directo a "El Diario de los Muertos" ("Diary of the Dead" - George A. Romero (2007)).
Es entonces cuando Morgan y los "nuevos suyos" se topan con los que hasta ahora habían sido los protagonistas de "Fear the Walking Dead". En un primer momento hay un enfrentamiento, pero pronto formarán equipo, ya que unidos, podrán salir adelante.

Importante es, a su vez, que la serie quiere (por así decirlo) "hacer limpieza" tanto argumental como estructural. Elimina varios personajes protagonistas de un soplido, cambia la estructura argumental; no le importa contar en flashback varios episodios o que otros capítulos los protagonicen prácticamente en su totalidad dos personajes.
Tampoco les importa cambiar el openning de la serie a media que esta avanza, ni la paleta de color, (en esta temporada la fotografía es más fría, primando así tonalidades derivadas del azul), porque lo que realmente importa es que la serie vaya cogiendo una nueva identidad, al igual que lo hizo "The Walking Dead" en su momento.
Porque por muy importantes que sean los personajes, lo que prima es la serie, su contenido y el entretenimiento que esa pueda generar.
Esto bien lo saben sus creadores quienes ahora mismo le ha cogido bien el pulso.


miércoles, 10 de julio de 2019

EL RESPLANDOR

No voy hacer comparativas entre la novela y la película de Stanley Kubrick, más que nada, porque (bajo mi punto de vista) son reinterpretaciones diferentes de la misma historia; al igual que cualquier otro tipo de obra adaptada a otro medio.
La obra de King me parece más reflexiva, contemplativa y sin ningún género de dudas el personaje de Jack Torrance es un fiel reflejo del propio escritor de Maine.

Un hombre con una adicción al alcohol desmesurada, un matrimonio al borde de la ruptura debido a los demonios interiores de él y a su vez, cuenta la historia de un escritor de éxito en busca del siguiente pelotazo, que le mantenga en la estela del reconocimiento.

Ahora bien, lo que sucede en el hotel Overlook puede llevar a varias conclusiones que me gustaría plantear:

A) Puede que realmente si aconteciesen hechos extraños debido al pasado tortuoso del lugar.

B) Que todo sean alucinaciones que aparecen en la mente de Jack Torrance, quien muy probablemente padezca un delirium tremens ocasionado por su alcoholismo.

Pero si cualquiera de estas dos opciones fuesen válidas, ¿cómo es que Danny, (su hijo) puede ver y sentir cosas? ¿Cómo es capaz de comunicarse a través de la mente?
Quizás no nos estamos cuenta de esa dualidad, ese paralelismo existente entre lo real y lo irreal, en lo que es cierto y en lo que no. ¿Si acaso existiesen sucesos, actos y otras sensaciones que no somos capaces de explicar? Estaríamos en un estado de shock constante o por el contrario, deberíamos de plantearnos el por qué de las cosas. Ahí dejo esta reflexión.

Por otro lado, me interesa mucho de la novela la relación existente entre los personajes. Wendy, la mujer de Torrance y madre de Danny, cumple ese rol de mujer maltratada (al menos psicológicamente) que aguanta el tirón por el bien de su hijo (y porque creo) que siente lástima por Jack, quien a pesar de ser un brabucón, es un ser humano indefenso, tanto es así, que el recaer constantemente en la bebida lo debilita cada vez más.
En un momento determinado Wendy se convierte en una especie de madre coraje, una madre capaz de rescatar a Danny de las garras de su padre que ha perdido por completo la cabeza.
Porque el Overlook ataca a Jack donde más daño le puede hacer. El Overlook absorbe al escritor y le incita a beber.
Bien es sabido, a su vez, que el anterior vigilante de invierno del hotel también perdió los papeles y mató a su familia ¿nada les hacía sospechar que ese aislamiento les podía perjudicar? ¿No se podrían plantear que el estado anímico de Jack no era el más propicio para ese empleo?

Guste o no, el viajar hasta ese punto es el destino que han decidido tomar los personajes; unos personajes con unos objetivos claros, concisos y que bien podrían representar a una familia de clase media estadounidense.

No puedo olvidarme de entre todos los personajes de Hollorann, ese hombre capaz de comunicarse con la mente al igual que Danny. Su madre tenía ese don y él lo heredó. Hollorann es capaz de saber quien es especial, quien tiene la capacidad de tener el resplandor. Intuye si algo va a ir bien o mal, ¿podríamos llamar a eso tener corazonadas? No lo sé, pero sin ningún género de dudas eso es un don.

Fascinante novela que me ha hecho reflexionar, pensar y sobretodo ver un poco más allá de lo que somos capaces de mostrar de nosotros mismos, porque nos guste o no, el mal suele perseguirnos y nos azota con su presencia.

martes, 9 de julio de 2019

TOY STORY 4

Puede que "Toy Story" (Ídem - John Lasseter (1995)) fuese de las películas que más me marcó cuando rondaba entre los diez y los once años.

Woody el vaquero y Buzz Lightyear me parecían de los personajes animados más emblemáticos que había visto nunca en una pantalla de cine.
Con el paso de los años, la saga ha ido creciendo en todos los aspectos. Evidentemente técnicos (no son lo mismo los efectos de los años noventa a los de ahora) y narrativos, que es sin ningún género de dudas es lo más importante.

Antes de ver esta cuarta entrega a uno se le pasan muchas cosas por la cabeza.
En gran medida porque ha pensado que la tercera parte era el cierre de la saga; pero una vez más, se demuestra que con ingenio y con buenas ideas todo puede ser posible.
Es más, esa capacidad que tiene Disney - Pixar para crear nuevos personajes es algo que se me escapa, porque es muy difícil hacerlo tan bien.
De hecho, esta nueva entrega nos encontramos con Forky un tenedor de plástico ideado por Bonnie la nueva propietaria de los juguetes.
Este nuevo ser, que de repente, cobra vida de la nada ha hecho causar furor en redes. Miles de personas en todo el mundo están haciendo sus Fokies y lo están subiendo a las redes, si eso no es un éxito...

En cuanto a la narración de la película, se traslada en esta ocasión a un parque de atracciones / complejo residencial mediante caravanas donde transcurre la acción.
Allí se pierde Forky por quien Bonnie siente un gran apego. Woody no duda en ir al rescate del tenedor - juguete.
Ambos personajes terminan en un anticuario donde por un momento Woody cree que puede estar Bo Peep la pastorcilla y antiguo amor de este de la que se tuvo que separar nueve años atrás.
Una vez allí (en el anticuario) se encontrarán con Gabby Gabby una antigua muñeca defectuosa que querrá hacerse con la caja de resonancia de Woody y así poder lograr lo que tanto ansía, que una niña se encariñe de ella y la haga su compañera de juegos.
Casualidades de la vida Bo Peep no se encuentra en ese anticuario pero sí en un parque colindante con otros juguetes.
La pastorcilla se ha convertido en un juguete perdido, algo que es un trauma para un juguete.
Los acontecimientos se precipitan, Gaby Gaby no es tan malvada como aparenta ser, Forky vuelve con Bonnie y Woody decide emprender una nueva vida junto con Bo Peep y el resto de juguetes del parque de atracciones.

El momento en que Woody toma la decisión de separarse de sus amigos es triste, emotivo, pero a su vez entendible puesto que cree que una nueva etapa se ha cerrado para él y ha encontrado otra manera de vivir con la que entiende que es su gran amor Bo Peep.
Saga memorable hasta la saciedad. Imprescindible tanto para los amantes del cine como para los del guión.
Sin ningún género de dudas, de momento de lo mejor de este 2019.

domingo, 7 de julio de 2019

LA LÁMPARA

En este 2019 he decidido hacer honor al título del blog y realizar más reseñas a productos de Serie B.
Ciertamente, es un género que me atrae bastante porque en este tipo de películas de bajo costo, siempre podemos encontrar alguna subtrama o algún elemento, que puede ser más interesante que argumentos propios de las grandes producciones ya sean Hollywoodienses o del resto del mundo.

Hoy me gustaría hablaros de "La lámpara" ("The Outling" - Tom daley (1987)).
Este film de finales de los años ochenta nos narra la historia de una peculiar lámpara llegada de Irak (debemos de tener en cuenta que en aquellos años lo maligno solía proceder del país asiático debido a que se hace esta referencia en "El exorcista" ("The Exorcist" - William Friedkin (1973))), que pronto llamará la atención de los responsables de un museo arqueológico.
Las inscripciones con las que cuenta dicha lámpara en un principio son difíciles de descifrar y los investigadores comienzan a sospechar que dicho objeto tiene más valor de lo que en un principio pensaban.

Por otro lado, está la hija del director del museo. Una adolescente que acusa a su padre de no hacerle el caso que le debe y al que también culpa de todos sus males.
Mientras, su padre, asume la rebeldía de su hija con cierto pesar ya que después de todo entiende que la chica se encuentra en una edad complicada.
A su vez sin que su pequeña lo sepa, el director del museo mantiene una relación amorosa con la profesora de la joven.

La cosa se comienza a complicar cuando el extraño ser que habita en la lámpara hace acto de presencia y clama venganza matando a diestro y siniestro, sin juicio ni jurado a todo aquel que se encuentra a su paso.
Lo que también sucede, es que el ser siente una extraña fijación por la joven protagonista a la que en un momento determinado termina poseyendo.

Buen producto este film de los ochenta, el cual posee todas las cualidades de una película de videoclub. Fantasía, terror, monstruos malignos e incluso unos efectos especiales bastante decentes teniendo el cuenta el bajo presupuesto del film.
En otros países de origen anglosajón, se le cambió el título por "The Lamp" haciendo alusión a la lámpara que protagoniza la película y no "The Outling" que bajo mi punto de vista es menos comercial.

El monstruo del film me resulta hasta entrañable, así que es un buen motivo para verla.
Para más reseñas, deciros, que los amantes del género estaréis de enhorabuena si llegáis a verla puesto que el filme tiene bastante gore, amputaciones y momentos incluso desagradables, así que la disfrutaréis.
Muy contento de haberme tropezado con ella, puesto que es de esas películas que siempre tuve pensado ver algún día.


martes, 2 de julio de 2019

EL CASO ALCÀSSER

Debido al trabajo (algo que agradezco) me ha impedido actualizar el blog con la regularidad que debiera.
Tampoco me ha dado tiempo a ver demasiadas cosas, con lo cual, el retraso en entradas no es elevado.
Hoy quiero comentaros "El Caso Alcàsser" una serie documental producida por Netflix y dirigida por el experto en el género documental León Siminiani. Sin duda, uno de los directores españoles que más respeto dentro de este género.

La serie abarca los cruentos asesinatos realizados por Antonio Anglés y Miguel Ricart a tres adolescentes de la población de Alcàsser (Valencia) a principios de los años noventa.
Lo que comienza siendo una historia de desaparición, pasados unos días se acaba convirtiendo en  una cruenta historia, que los medios de comunicación explotaron hasta la saciedad como marketing televisivo y donde las víctimas eran lo de menos, lo que importaba era el circo mediático que se creó a su alrededor.

Programas como "Esta noche cruzamos el Mississippi" conducido por Pepe Navarro y "De tú a tú" con Nieves Herrero a la cabeza compartieron la batalla de las audiencias en la que también se encontraba (aunque de otra manera) "Quien Sabe Donde" donde su presentador Paco Lobatón se encontraba más preocupado por encontrar a las jóvenes desaparecidas que en la captación moralmente cuestionable de espectadores.

Y es que el crimen de Alcàsser conmovió a la sociedad española, la cual, de repente, tuvo miedo de salir a las calles, de preocuparse porque sus hijas saliesen solas de noche (impactantes son las secuencias donde vemos a los padres esperando a las puertas de las discotecas a sus hijas).
Fueron tiempos convulsos, donde la sociedad no sabía exactamente lo que había sucedido. Se sembraron dudas de quién y por qué se cometieron aquellos asesinatos.
Personas involucradas en la investigación, se contradijeron las unas a las otras cuestionando procedimientos, pruebas y demás causas que hubiesen dado un vuelco a las investigaciones (o no).
Se especuló también con sectas satánicas, con personajes de las altas esferas de la política y las artes involucradas en las muertes de las jóvenes y se habló de una snuff movie donde se pueden ver las atrocidades cometidas contra Toñi, Miriam y Desiré.
Ahora bien ¿todo esto es cierto? O lo único que es cierto es que Antonio Anglés, Miguel Ricart y presuntamente el hermano del primero fueron los artífices de estos hechos.
Creo que nunca llegaremos a saber la verdad de lo que aconteció aquella noche en Alcàsser.
La desaparición de Antonio Anglés hace muy poco probable que sepamos realmente la verdad de los hechos.
Tampoco sabremos como estuvieron de cerca Fernando García y Juan Ignacio Blanco de resolver el caso. A su vez, tampoco sabremos si es cierto lo que dice el señor Blanco es cierto, si la existencia de la cinta es tal y si el mostrarla puede hacer que se resuelva de una vez por todas el crimen de Alcàsser.
Espero que el paso del tiempo ponga todo en su sitio y sepamos por fin la verdad.

Buena serie documental de Netflix que continúa atinando con su contenido tanto en ficción como en documental. Con ganas de más.