Creo que deberíamos atribuirle ya a Víctor Matellano el título del mejor historiador sobre cine español de los últimos años.
Su labor, es encomiable, puesto que lo fácil es centrase en aquello que está repleto de información o que ha llenado libros y estanterías.
Él, como nadie, ha sabido mirar al cine español de terror, el mal llamado Serie B o cine de sesión doble que durante un tiempo reinó en nuestro país.
En su presentación en el Festival Isla Calavera, Matellano comentaba que para él no había diferencia entre el cine comercial y el cine de autor, puesto que en el cine para el gran público siempre existe la mirada de un director.
Algo, que comparto.
Por poner un ejemplo, creo que pocos autores hay tan identificables como Steven Spielberg (el director más recurrente cuando se hablan de estas cosas) que el gran público logra reconocer con sólo un frame.
Algo así le sucede al protagonista de este documental, que vivió por y para el cine comercial.
"Llámame Paul" (Ídem - Víctor Matellano (2024)) se centra en la figura de Jacinto Molina, Paul Naschy, conocido para el gran público por desempeñar distintos roles dentro del fantástico, siendo los más reconocibles Waldemar Daninsky o Alaric de Marnac a los que interpretó en distintas películas.
Pero es en "El aullido del diablo" (Ídem - Jacinto Molina (1987)) donde Naschy - Molina realiza su sentido homenaje a sus monstruos favoritos, los de la Universal.
El filme, cuenta la historia de un hombre que vive en una casa en la sierra madrileña junto con su sobrino y un mayordomo.
Su hermano, un actor de películas de terror (alter ego de Molina) ha fallecido y sobre él yace su sombra, a pesar de considerarse mejor actor que el difunto.
Entre medias, su sobrino (imaginariamente o no) se encontrará con un sinfín de monstruos, todos ellos interpretados por Naschy convirtiéndose así en uno de sus ídolos Lon Chaney.
De hecho, se reconoció a Naschy como el Lon Chaney español.
Todo esto, como de costumbre fuera de nuestras fronteras.
Apoyándose en este título y otros, Matellano, cuenta con el doblador Héctor Cantolla que pondrá voz a unos escritos de Naschy donde reflexiona entre otras cosas, sobre su existencia y plena dedicación al cine tras sufrir un infarto allá en el año 1991.
A su vez, testimonios de su hijo Sergio Molina y el hilo conductor de Jack Taylor o Caroline Munro, nos adentran en el universo de este actor - cineasta - productor - guionista que nos dejó en 2009 más pronto de lo que todos esperábamos.
Los que tuvimos la ocasión de hablar alguna vez que otra con él, sabíamos que era un gran hombre y un apasionado de su trabajo.
Así que el legado de Naschy debe de prevalecer.
Víctor Matellano firma el guion de la película junto con Ángel Sala, otro punto a favor para que veáis el filme.