martes, 29 de mayo de 2018

FEAR THE WALKING DEAD - TEMPORADA 3

El fin de la segunda temporada de "Fear the Walking Dead" había terminado muy arriba (por así decirlo) y me daba la sensación que por momentos estaba cobrando mayor interés que su predecesora "The Walking Dead" que en ocasiones se suma en una monotonía constante, aunque con puntos de genialidad a lo largo de sus temporadas que la hacen imprescindible.

Si bien el sur de Estados Unidos es un punto caliente en esta "Fear the Walking Dead", es lo que tiene el  estar situados en ese territorio de la frontera con México, mucho más problemática que la ubicación de Rick Grimes y sus compañeros.

El sur del territorio estadounidense es un lugar seco, sin apenas lluvia y con un índice de criminalidad bastante elevado en comparación con otros lugares.

Todo esto hace que la población a penas pueda abastecerse de agua y así poder sobrevivir. Y es que de esto habla la tercera temporada, de la lucha por el agua.

Me parece algo real, algo que podría ocurrir en una situación similar y por supuesto, algo por lo que se podría luchar.
Luego están los dilemas morales e existenciales. Por un lado ¿es bueno dar agua a todo aquel que la necesita? o por el contrario, se debe de preservar por lo que pueda ocurrir.
Ahí está el problema, la lucha de fuerzas, el ego y por supuesto, como no, la lucha por la supervivencia.

Además está un hecho relevante, (SPOILER) la muerte de Travis nada más comenzar la temporada, dando el protagonismo y las riendas de la serie a Madison Clark y a sus hijos, algo que quizás tuvo que ser desde el principio. 

Y es que estos tres personajes llegan escalonadamente al rancho de Jeremiah Otto, un anciano ex-alcohólico (con brotes aún de su adicción), con alto espíritu religioso y que vela por la seguridad de una comunidad de blancos contra las inclemencias del Apocalipsis que ha asolado al mundo.
Dentro de esta comunidad también,  se encuentran sus dos hijos Troy, la oveja negra de la familia (incluso el se cataloga así mismo de esa manera) y Jake que es el yerno que oda suegra quisiera tener.

La comunidad de los Otto será determinante en el transcurso de esta temporada, puesto que su rivalidad con una comunidad de indios indígenas estadounidenses, (bañada en sangre años atrás) no hará sino que enturbiar la situación.

                             

Por otro lado tenemos a (SPOILER) a Daniel Salazar a quien dábamos por muerto y que será también determinante en el devenir de la presa, los mandatarios de la misma y la lucha por el control del agua.
En su camino, se encontrará de nuevo el buscavidas Victor Strand que luchará a diario por sobrevivir yendo a la deriva de un lado a otro, sin importarle demasiado las consecuencias.

Y es que la ya mítica serie de zombies está por convertirse en un referente en el género, más aún cuando en la cuarta temporada (ya en emisión) va a cruzar su destino con el de su predecesora "The Walking Dead".
Os iré contando.

lunes, 28 de mayo de 2018

EL EXTRANJERO

Camus en primer término, Mimi en segundo. 
Últimamente, sin quererlo, estoy viendo y leyendo diferentes cosas sobre la ocupación de Francia de Argel y la liberación de dicho país.
Días atrás, he podido ver "La batalla de Argel" ("La battaglia di Argeli", Gillo Pontecorvo (1966)) y hace unos días he podido concluir la novela "El extranjero" de Albert Camus que hoy quiero comentar.

Mientras que la película de Pontecorvo hablaba de como los argelinos querían liberarse para ser un estado independiente, la obra de Camus habla de aquellos franceses que vivían en un país lejano y ajeno a su Francia natal.

Tomando como referencia este contexto histórico y las dos visiones, puedo llegar a hacerme una idea de lo que allí acontecía.

Según lo que expresa el protagonista de la novela, el señor Mersaul, se encuentra en un lugar hostil, con el cual no se siente identificado y echa de menos sus Francia natal.
Recuerda los Campos Eliseos, la cara vida en París y como todo es diferente a Argel.

Y es que varios son los hechos que condicionan la vida de este personaje.

1. La muerte de su madre.

2. El asesinato de un ciudadano árabe. 

Si bien, de lo primero, el protagonista cree recuperarse de manera rápida (el amor llama a su puerta y eso le hará olvidar ciertos males); lo segundo condiciona por completo su existencia.
Y es que no tarda mucho en entrar a prisión y ser juzgado. Mostrando una pasividad tal que no es capaz ni siquiera de defenderse.

Deja que los acontecimientos, fluyan, sigan su curso. Se ve encerrado en una encrucijada de la que sabe que no va a salir, se ve envuelto en un problema que no a ser capaz de solucionar, así que ¿por qué esforzarse en buscar una libertad que no le van a conceder?

El reo, antes de su ejecución, pide casarse con la mujer que ama y no quiere pasar los últimos momentos de su vida con un sacerdote y es que el tiempo que le queda de vida quiere aprovecharlo al máximo, en la soledad de su celda.

Mucho tiene que ver, que dicha novela se publicase en el año 1942 y que por la mente del escritor pasase el estado en el que se encontraba el mundo, azotado sin ninguna duda por una primera guerra mundial concluida y por una segunda a la cual le quedaban aún tres años.

Camus, años después recibiría el premio Nobel de literatura, algo merecido, no me cabe duda, puesto que tras leer sus escritos nos damos cuenta de la transcendencia de lo que cuenta, de sus palabras.

Imprescindible lectura.
Importante a su vez, el análisis de la reflexión sobre la condición humana.

viernes, 25 de mayo de 2018

FIN DE GUARDIA

Mimi haciendo una crítica felina de la novela.
SPOILER.
Bill Hodges tiene cáncer de páncreas. Vomita sangre, quiere creer que es una úlcera, intenta agarrarse a algo, a una esperanza, a un último aliento de vida, pero no.
El médico le da el peor de los diagnósticos, le quedan pocos meses en este mundo.
Mientras, una oleada de suicidios se están produciendo. Parece ser que todos tienen un denominador común, Barry Hartsfield, quien reposa en el hospital en estado vegetativo.
Bill, a pesar de su corta esperanza de vida decide investigar que hay tras las misteriosas muertes, así que se pone manos a la obra.

Tercera y última entrega de la saga del detective Bill Hodges, creada por Stephen King y cuyas novelas previas ya hemos comentado en este blog.
Sinceramente, creo que el conjunto de estas tres obras es de lo más honesto que ha escrito King en los últimos tiempos, tanto es así, que nunca he querido que terminase.

Algo me hace pensar que en un futuro (no muy lejano) el escritor de Maine retomará el personaje en sus andanzas de juventud (ojalá lo haga) al igual que retomó a su séquito de "La Torre Oscura" o a Daniel Torrance con la secuela de "El Resplandor".

De lectura fácil, directa y sin andarse por las ramas, King, toma prestados de sus anteriores trabajos los poderes que pueda poseer una persona para comunicarse a través de la telequinesia.
Barry Hartsfield, es un psicópata por naturaleza y se introduciéndose en la mente de diferentes personas incitándolas al suicidio. Para ello,  rescata de sus recuerdos aquellos hechos que por así decirlo, "les traumatizaron".
También, al no poseer capacidad física de desplazamiento, Barry, se ha introducido en la mente de un empleado de biblioteca, al cual, trata como un lacayo capaz de cometer las mayores atrocidades si lo estima oportuno. El asesino del Mercedes sigue siendo macabro y retorcido.

Si ya había un hecho destacaba en la primera de las novelas de esta saga ideada por King era el hecho de sacar partido a la Deep Web.
En esta ocasión vuelve a hacerlo y es que Rana Gustavo se introduce nuevamente en el Paraguas azul en busca de respuestas e intenta esclarecer quien es la persona que firma sus crímenes con un gran zeta.
Marca que también han dejado las suicidas.

Sin ningún género de dudas estamos ante un broche perfecto de una trilogía, que como no, acaba con la muerte de Hodges y con un Barry Hartsfield que también pasa a mejor vida.
Si tengo que destacar cualquier otro aspecto, me decantaría por una de las premisas del libro.
Me interesa bastante la circunstancia de que un fármaco haga despertar una parte del cerebro de Barry Hartsfield que estaba dormida tras el golpe que había sufrido.
Creo que la ciencia, en ocasiones, da más miedo que lo paranormal.

Ahora bien, como he dicho nos soy Nostradamus pero estoy seguro que King volverá al personaje de Bill Hodges, sino, tiempo al tiempo.

domingo, 13 de mayo de 2018

ASH VS EVIL DEAD - TEMPORADA 1

Lo que se agradece cuando un producto no se desvirtúa y posee la esencia del original que le precede.
Eso es exactamente lo que sucede con "Ash vs Evil Dead" en su primera temporada.
La serie es la continuación directa de la trilogía creada por Sam Raimi, "Evil Dead"; y os puedo asegurar que no deja ningún cabo suelto y es llevada a una actualidad desvirtuada al antojo de su protagonista.

Y es que Ash, interpretado una vez más por Bruce Campbell, (lleva por así decirlo) "una vida de mierda".
Bebe, se emborracha, tiene trabajos precarios, vive en una caravana... y es que no ha progresado mucho en los último treinta años.

De hecho, en una de esas noches alocadas, Ash utilizará de nuevo el Necronomicón e invocará a los demonios del bosque y tendrá (una vez más)  que enfrentarse a las fuerzas del mal. Aunque en esta ocasión no estará sólo.
Le acompañarán Pablo su ayudante en el Value Stop y Kelly otra joven de origen hispano quien en un primer momento parece una mojigata, pero que pronto será de armas tomar.

Parece que todas las series que comento en el blog les hago una lectura positiva, pero es que suelo elegir muy bien lo que veo. (Risas enlatadas).

Así que aquí va "mi crítica" de la serie.
En primer lugar, deciros que agradezco enormemente que la serie sea corta. Que quiero decir con esto.

- 10 episodios 

- De entre 25 y 30 minutos de duración. 

Hay ocasiones que nos ponemos a ver series y parecen interminables o que las tramas se estiran y se estiran dándote ganas de decir ¿ya vale no?
En "Ash vs Evil Dead" pasa lo contrario, te metes tanto que cuando quieres darte cuenta ya se está terminando el episodio.
Además, otra de las claves de esta serie es que no ha perdido la esencia del original en que se basa.

- Gore

- Humor negro

No he parado de reírme con todos los episodios. Absolutamente con todos, y eso es francamente difícil que una serie de este estilo lo consiga.
También, tengo que decir que no hay otro actor en el mundo que pueda interpretar a Ash que no sea Bruce Campbell.
No pasan los años por él, además el personaje es una prolongación de él. Aún mayor que la sierra mecánica que en ocasiones lleva Ash por mano. No sabemos en realidad si vemos a Bruce o a Ash, ¿serán el mismo? tampoco importa.
Sinceramente, me tiene fascinado.

En cuanto al gore y los efectos. Hay ocasiones que van un poco pillados o de presupuesto o de tiempo (sabemos que los plazos de estreno y de emisión pueden perjudicar este tipo de cosas).
No sabría decir bien cual habrá sido el problema y que debido a esto, se recurren a efectos digitales rápidos; pero poco importa, lo importante es eso, que ahí están y son muy locos, valientes y no aptos para todos los públicos.

Kelly, Ash y Pablo. Equipo ganador.
Pues nada, que os voy a decir, que ya he empezado la segunda temporada, así que con lo cual, en breve, nuevo post.

lunes, 7 de mayo de 2018

MIENTRAS ESCRIBO



"Se empieza así: poniendo el escritorio en una esquina y, a la hora de sentarse a escribir, recordando el motivo de que no esté en medio de la habitación.
La vida no está al servicio del arte, sino al revés ." 

Creo que es la reflexión que más me ha motivado de todas las que he leído en este libro sobre el noble oficio de la escritura ideado por Stephen King.
Él, hasta llegar al punto vital en el que se encontraba, (a la hora de realizar este ensayo), pasó por muchas cosas... buenas, malas, regulares... pero todas le llevaron a tener su espacio, un lugar en donde crear, en donde hacer volar su imaginación y compartirla con el resto del mundo.

Y es que las circunstancias que llevan a cada creador a dar un paso hacia delante y plasmar (ya sea en cualquiera de las artes) su visión del mundo son únicas.
En toda obra hay un por qué y unas circunstancias.

King era un niño de familia humilde que pasabas horas y horas sólo con su hermano. Posiblemente fuese bastante inadaptado (en ciertos momentos las gafas, no ayudaban). Así que se refugió en las películas y en los libros.

También, con el paso de los años, encontró por el camino a su esposa Tabitha King, quien es su mayor apoyo y crítica a día de hoy.
De hecho, ella fue quien rescató el manuscrito de "Carrie" de la basura.
Y es que por aquel entonces  Stephen estaba desesperado, aunque no perdía la ilusión.
Escribir a revistas para que publiquen tus artículos y no lo hagan, escribir a editoriales y que no te publiquen debe de ser de lo más frustrante.

En mi caso, como cineasta, vivo algo parecido a diario y puedo aseguraros que es una situación dura y difícil.
No obstante, no hay nada que temer. Sino cejas en tu empeño de lograr un objetivo lo conseguirás.
En mi caso, quiero escribir novelas, guiones y dirigir películas. Lo lograré.


"Escribir es labor solitaria, y conviene tener a alguien que crea en ti. Tampoco es necesario que hagan discursos. Basta normalmente, con que crean."

Por suerte, al igual que King, yo también tengo a alguien a mi lado que cree en mi y que me apoya en todos los aspectos y que además, es mi mayor crítica. Gracias Vir.

En cuanto a Stephen, su objetivo era ser un novelista, tampoco de éxito, simplemente quería escribir novelas, lo que sucede es que ha logrado lo segundo.

Por otro lado, está el sacrificio que debes de tener para lograr tus objetivos y como emplear las armas para poder trabajar.
El escritor de Maine asegura que el noble trabajo de la escritura es muy complicado, y sino tienes tiempo para leer tampoco tienes tiempo para escribir. ¿Cómo vas a poder trabajar sino tienes herramientas?
Y es que al igual que un actor debe de estar formándose constantemente para dar lo mejor de sí, un escritor debe de escribir todos los días para no oxidarse, para hacer que sus textos sean cada vez mejores.

Extrapolándolo al mundo de la música, el pianista Vladimir Horowitz dijo una vez:

"Si dejo de practicar un día lo noto yo,  si dejo de practicar dos días lo nota mi mujer, si dejo de practicar tres días lo nota el mundo"

Este hombre siguió practicando con su piano pasados los ochenta años de edad.
Cualquier meta que quieras cumplir, debes de sumarle además de talento, horas y horas de esfuerzo.
De hecho a mi me pasa. Cuando me paso días sin escribir lo único que produzco es basura que me da incluso hasta pudor revisar.

Volviendo a la novela de corte ensayístico de King sólo puedo decir que me he sentido muy identificado con lo que cuenta. Creo que aprender de los errores propios, el abrirse al mundo y enseñar al resto como afrontarlos es la mejor de las recetas para superarse a uno mismo.

Una vez más señor Stephen King me ha vuelo a dar una lección de vida.
Como de costumbre, le estaré eternamente agradecido.