Cuando empecé a ver la segunda entrega de "Sharknado" me dije:
- Empieza bien la cosa. ¡Una escena en un avión! Seguro que dentro de poco habrá tiburones volando y devorándolo todo.
Así fue, no me equivocaba, no llevamos ni diez minutos de película y ya hay muerte, destrucción... incluso hasta momentos gore ¿qué más se puede pedir?
Eso es lo que tiene el haber tenido un éxito masivo con la primera entrega, aquí ya se juega a otra cosa, a una Serie B con mayor apertura de miras y no haciendo de la falta de presupuesto un problema.
No sólo eso, referencias a películas de los 80 y de los 90 que marcaron (en mi caso mi infancia) a toda una generación.
Para empezar vemos a Robert Hays parodiando a su personaje de "Agárralo como puedas", como no, con un buen toque de humor y un tanto de sarcasmo.
Pero no sólo esa es la única referencia. Escenas con matanzas de tiburones al igual que los zombies y brujas que liquidaba Ash en la saga "Evil Dead" a golpe de sierra eléctrica.
Escenas en un Empire State Building a lo "Independace Day" ... y es que de esta película se rescata a dos de sus intérpretes Vivica A. Fox y Judd Hirsch...
Al contrario que la primera parte de la saga "Sharknado 2: El segundo (El regreso)" no me ha resultado tan aburrida como su predecesora pero si me ha molestado el hecho de no cuidar ciertos detalles como por ejemplo:
Si unos personajes bajan por una escalera de incendios se debería de ver un exterior, no un interior o que por ejemplo que se respeten los racords de luz que una vez más son completamente inexistentes.
En cuanto al marketing, en contra de la primera parte aquí parecen haberse sumado diferentes marcas que no ocultan sus logos viendo el éxito anterior, "Citi", "Coors Beer" o "Delta Airlines" se pasean en diferentes momentos del filme sin ningún tipo de pudor. Quizás, sepan que el ahí está el negocio, al igual que los creadores de la saga.
En resumen. Con ganas de ver la tercera.
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