"Mindhunter" es sin ningún género de dudas, una de las mejores series que podemos ver.
Con un tempo sobrio, si alardes de realización e interpretada de manera magistral, la serie apadrinada por David Fincher se ha convertido en un imprescindible, a pesar de tener a penas dos años de historia.
Y es que el mero hecho de contar con una premisa, donde un grupo del FBI se dedique a investigar a asesinos múltiples (es este grupo de policías quien acuña la nomenglatura de asesino en serie), es cuanto menos interesante.
Los finales de los años setenta e inicios de los años ochenta, fueron convulsos en los Estados Unidos.
Una época donde se iniciaba un fin de la violencia a raíz del término de la Guerra de Vietnam, pero donde aún existían resquicios de racismos más propios de la Guerra de Secesión, que de tiempos que se debían de catalogar como "modernos".
Ahora bien. Teniendo en cuenta que un violador y asesino de niños de color debería estar relacionado directamente con el KKK, es sorprendente cuando el grupo del FBI descubre que el perfil del asesino es un joven entre los 20 y los 30 años de raza negra, fuese para ellos, cuanto menos, desconcertante.
Muchas cosas no se entendían. Incluso estos investigadores (los cuales salen representados en la serie) continuaban buscando patrones, patologías y entrevistando a otros asesinos para conseguir nuevos perfiles psicológicos. Algo que debían replantearse cada poco tiempo.
Muy interesantes son los episodios donde los investigadores toman declaración a El Hijo de Sam y a Charles Manson.
Ambos, con dos perfiles distintos, pero con una patología destructiva y tan pareja que daría para horas de estudio y para escribir cientos de páginas de libros.
En cuanto a la serie, me interesan mucho la evolución de los personajes.
Terminamos la primera temporada con un Holden sumido en un ataque de pánico absoluto, el cual le impedía moverse.
En esta segunda temporada este personaje comienza siendo débil, incluso parece que en un primer momento no va a poder ejercer nuevamente su trabajo, pero pronto descubrimos que es capaz de superar ese percance y ser (más o menos) el que era.
Por otro lado tenemos a Bill Tench. Padre de familia, policía respetado y por supuesto valedor de Holden.
Tench que en un primer momento no posee problemas aparentes, deberá hacer frente a una "travesura" ideada por su hijo adoptivo y unos amigos que cuesta la vida a un menor de dos años.
Este hecho hace que la vida del veterano policía se desmorone.
Tanto es así, que su estabilidad emocional se verá reflejada en su trabajo, llevándole a no rendir o a no estar involucrado como debiese.
Además, en esta nueva temporada cobra más relevancia la doctora Wendy Carr quien decide dar un paso adelante y afrontar su homosexualidad de manera directa; llegándose a plantear la posibilidad de tener una pareja o algo parecido.
Y es que su relación con una camarera de barra, termina convirtiéndose, en algo más que una aventura pero con un final poco esperado para ambas.
Otro de los puntos buenos que tiene esta temporada, es que a lo largo de la misma nos ha ido presentando a un personaje que tendrá relevancia en la tercera temporada o que al menos podría llegar a ser el protagonista.
Un marido ejemplar al que le gusta travestirse y el sadomasoquismo. Ahí queda eso.
Sensacional serie, bien filmada e interpretada, de lo mejor de la televisión actual. Para el público en general y para los estudiosos del cine en particular.
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