Hace poco que me he puesto al día con estos dos personajes y sus alocadas aventuras.
Si bien Godzilla contaba con dos películas previas a modo de remake, con visos de convertirse en una saga rentable, Kong sólo tenía una única película, bastante más decente que las dos previas del conocido monstruo japonés.
Ahora bien, visto con ha ido el devenir de los acontecimientos, puedo decir, que "Godzilla vs. Kong" (Ídem - Adam Wingard (2021)) es un producto de Serie B elevado a Serie A (por presupuesto) pero que su hilo argumental, en ocasiones, está por debajo de algunos considerados como subproductos.
Como filme en si a mi me funciona, pero no puedo obviar que tiene momentos que pueden resultar hasta cómicos (me he pegado unas buenas carcajadas en el cine) relacionados con Kong; donde el gran gorila sala desde un portaaviones o vuela por los aires en una isla recóndita situada en el epicentro de la Tierra.
Y es que los titanes se revelan contra la humanidad, haciendo que sólo el más fuerte pueda sobrevivir.
Es entonces cuando vemos una lucha encarnizada entre Godzilla y Kong que les llevará finalmente a una lucha conjunta contra un Mega Godzilla, creado a raíz del cerebro del Monstruo Zero del que disfrutamos a lo grande en la anterior película del monstruo asiático.
"Godzilla vs. Kong" es una película de nuestro tiempo.
Estos tiempos en los que el hombre es tratado en los guiones como un mero pelele y donde la mujer es quien lleva las riendas de la situación.
Y es que es mal entendido este aspecto por quienes plantean las películas, desvirtuando así sagas como la de Terminator de la que comenté aquí su última entrega.
Ese desvío argumental, donde importan más un mensaje ideológico que en luchar a favor de una historia, es algo que últimamente chirría y que me disgusta más que otra cosa.
No puedo evitar tampoco, el pensar en los momentos en los que Kong habla con una niña en el lenguaje de signos y que ese momento o esa subtrama no sea sacada de otra película con gorilas de por medio, como era "Congo" (Ídem - Frank Marshall (1995)) donde Amy la gorila protagonista también utilizaba este lenguaje para comunicarse.
Con todo, puedo decir que "Godzilla vs. Kong" es una película entretenida, que a pesar de su larga duración se me ha hecho llevadera, y sí, es de esas pelis para poder disfrutar en una pantalla al menos, tan grande como sus monstruosos protagonistas.