THE FALCON AND THE WINTER SOLDIER

Cuando uno se pone a ver "Falcon and the Winter Soldier" (Ídem - Kari Skogland (2021)), sabe lo que va suceder.
Sam más conocido por todos como The Falcon, recibe del Capitán América el escudo y le pide que sea su sucesor. 

En un primer momento Sam cree que es demasiada la responsabilidad de llevar consigo dicho escudo y decide entregarlo al gobierno de los Estados Unidos. 
Es entonces cuando ellos se inventan un nuevo Capitán América elegido entre los mejores hombres que conforman el ejército estadounidense. 

El elegido es John Walker, un engreído militar con decenas de medallas en su haber, conseguidas en un sinfín de misiones. 
Walker, acompañado de su inseparable Lemar Hoskins más conocido como Battlestar deberán de hacer frente a un grupo de terroristas, que quiere desequilibrar el orden establecido tal y cómo lo conocemos. 
Y es que detrás de ellos, se encuentra la líder de la organización Karli Morgenthau quien posee un suero especial que hará que tanto ella como sus compañeros cuenten con un súper poder. 
Ese suero, es el mismo que le inyectaron al primer Capitán América, pero no actúa con los mismos efectos que en este, puesto que sus músculos no se desarrollan de manera desproporcionada, sino que quien se lo inyecta continúa manteniendo la misma apariencia física. 

Por otro lado tenemos a Bucky, más conocido para los espectadores como The Winter Soldier que aún tiene pesadillas recordando quién fue en un tiempo pasado y que intenta luchar consigo mismo. 
Y es que todo lo que ha sucedido estos años ha hecho mella en él y entre otras cosas necesita ir a terapia para solucionar sus problemas de adaptación. 

Bucky y Sam, se convierten así en un dúo de súper héroes que intentarán, cada a uno a sus manera luchar contra sus propios demonios. 
Sam tendrá como reto que el hacerse con el escudo del Capitán América no sea una losa para él, mientras que Bucky deberá luchar contra su yo interior, que pasa por reconocer delitos del pasado y exponerlos, algo que le costará, pero que logrará hacer. 

Entre medias tenemos otras subtramas y personajes. 
Uno de ellos es la aparición nuevamente en el universo Marvel de Zemo, quien es sacado de prisión para ayudar a Bucky y a Sam a capturar a los terroristas, o la de Sarah la hermana de Sam, que intentará luchar para que no le quiten su embarcación y que no acepta en un primer momento la ayuda de su hermano, pero como siempre en estos casos, acabará accediendo haciendo así algunas de las secuencias más bonitas de esta temporada. 

No podemos olvidar tampoco la irrupción de un personaje importante; el de Isaiah Bradley, un anciano negro que fue una de las personas con las que se experimentó con el suero y que nunca llegó a ser reconocido por el gobierno, como tantos otros por su raza y que logra entablar una buena amistad con Sam, alias  The Falcon.

Pero el punto álgido de esta serie llega cuando Walker, ya convertido en Capitán América e influenciado por el suero, en un ataque de ira, aniquila a uno de los terroristas matándole con su escudo a sangre fría tras la muerte de su amigo Lemar.
Es entonces cuando es despojado por el gobierno de sus funciones y Sam adquiere la responsabilidad de ser el nuevo Capitán América. 
Cuyo traje difiere, siendo una mezcla entre el del Capi y el de The Falcon. 

Al final, todo vuelve al punto donde esperábamos y no es para menos, puesto que el legado de Steve Rogers por fin llegó a sus verdadero destinatario, que no era otro que Sam. 

Muy buena esta nueva serie de Marvel, que enlaza completamente con la línea temporal que nos dejó la última película de los Vengadores, y que para mi no está concebida como serie, sino que es una película larga o dos películas largas necesarias para contar la transición de estos dos personajes. 

Muy bien llevada y dirigida por la canadiense Kari Skogland con larga experiencia en series de acción y que logra dar un puñetazo sobre la mesa en el universo del UCM. 
Parece ser que habrá segunda temporada, espero y deseo que la veamos pronto. 
Podéis disfrutarla en Disney +.