viernes, 2 de junio de 2017

PIRATAS

El otro día entré en Facebook. Una amiga ponía en su estado una cosa parecida a esta - ¿Alguien me puede decir dónde puedo ver "Twin Peaks"?

Evidentemente, se refería a cómo podía ver los nuevos episodios de la serie.
Fue entonces cuando aparecieron directamente comentarios en los que se linkaba diferentes páginas web de visionado en streaming.

Así que ni corto ni perezoso comenté la publicación y anular publicaciones donde apareciesen dichos enlaces.


Incluso hubo un tipo que se me enfrentó. Que me iba a dar unas collejas, que gracia.

En fin, lo peor de todo esto es que supuestamente muchos de los que comentaban en dicha publicación son personas que se quieren dedicar al séptimo arte o derivados.

Eso sí, quien esté libre de pecado que tire la primera piedra. Yo he visto contenido descargado, he visto contenido en streaming, pero no es mi practica habitual.

Lo que si me parece cutre es, además, poner links de descarga en el muro de alguien.

Por confesar un pecado, de vez en cuando veo pelis clásicas en Youtube...

Pero también estoy suscrito a Netflix y HBO pagando una cantidad irrisoria de dinero.
Dentro de esas dos plataformas hay contenido más que de sobra para que yo me pase el resto de mis días viendo cosas por ahí.

Es más, el contenido se renueva, así que no veo excusa para descargar nada.

Y ahora están los argumentos de siempre - Es que yo quiero ver esta serie y ahí no está.

Pues tienes dos opciones:

1. Esperarte.

2. Pagar la plataforma que la proporcione.

También a mi me encantaría tener mucho dinero en el banco y no lo tengo o dirigir una película todos los años, pero tampoco puedo.
Ni por asomo puedo permitirme irme de copas todos los fines de semana o irme de vacaciones cuando me plazca.


Resumiendo, quiero decir con esto que me da la sensación que vivimos en una sociedad que todo el mundo tiene derecho a todo pero la obligación de nada.
Que se quieren las cosas y da igual la manera de conseguirlas.

Si bien la inmediatez es una constante en nuestras vidas, me da la sensación que ponerse en el lugar del otro ya no cuenta.

¿No tiene el mismo derecho que tú a vivir de su empleo el creador de un contenido? ¿No tiene ese mismo derecho el exhibidor o el distribuidor?

Ahí lo dejo y que cada uno piense lo que quiera.

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