Y es que como somos los españoles.
Nos tienen que decir fuera de nuestras fronteras "lo buenos que somos" para que nos lo lleguemos a creer aunque sea un poquito.
Pero me da la sensación que es sólo en el cine, porque en otros aspectos como el deporte (concretamente con el fútbol) sacamos pecho allá donde vamos.
Quizás sea esa política que nos ha hecho pensar que somos inferiores, unos mantenidos, unos subvencionados... es lo que nos ha acarreado ese complejo de inferioridad del cual no deberíamos sentir ni un ápice.
Las cosas son así. Aún no creemos en nuestra valía como cine, como industria... tiempo al tiempo.
Sin ir más lejos la serie que comento hoy desde mi espacio, "La casa de papel" tiene uno de los mejores arranques y premisas de las que he visto en la televisión últimamente.
Si bien al inicio de la serie vemos una poderosa acción, una poderosa fotografía y unas interpretaciones increíbles, a medida que avanza la trama nos damos cuenta que estamos ante una serie insólita no sólo en nuestro país, sino a nivel mundial.
Un tipo que se hace llamar "El profesor" decide conformar un grupo de atracadores para asaltar la casa de moneda y timbre y pasarse diez días imprimiendo billetes libres de toda serie y numeración.
Así, sin más parece una locura, pero el profesor lo tiene todo tan medido que pocas cosas van a jugar al azar, aunque claro, al final (como era de esperar) ni las cosas son como son, ni las cosas son como parecen. El profesor no contaba con "las variables", aquellas que como no, posee el ser humano.
En "La casa de papel" todo me funciona, las interpretaciones, los actores, los guiones (con sus ciertas licencias narrativas) y sobretodo la dirección.
Como toda buena serie que se precie, hay diferentes directores que cogen por las riendas los distintos episodios de esta primera temporada, pero que le saben dotar de una entidad propia poco vista en las series actuales españolas.
Por otro lado, lo que en un principio parecía un aliciente a la hora de ver la serie "la duración de los episodios", en cierto momento se estiran ciertas tramas y van en detrimento del resultado final, dañándole un poquito. Aunque esto viene condicionado por duración tan extraña y estandarizada en las series españolas que pasan de una hora de duración por episodio. Así que no se lo deberíamos de tener demasiado en cuenta.
Ahora que la serie (parece ser) que la ha adquirido "Netflix" para una segunda temporada puede que la cosa cambie. Y es aquí el kit de la cuestión. Puede que tengas un buen producto, puede que tengas algo muy bueno que enseñar, pero sino lo mueves en los canales de distribución adecuados "te lo comes".
Esta serie partía con ventaja, puesto que la serie ya había sido un éxito en Antena 3 y Netflix lo que ha hecho, únicamente, es comprarlo y dárselo a sus suscriptores a lo largo y ancho del globo terráqueo.
Estos no han hecho nada más que clickear y han decidido.
"La casa de papel" ya es un éxito a nivel mundial (gracias a los espectadores) y nuestros actores se han convertido en estrellas.
Y que queréis que os diga, eso, me hace muy feliz.
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