UN AMOR

Arranco este 2024 con ilusión y con varios proyectos por delante que puede que me consuman gran parte del año, con lo cual ,debo de aprovechar cualquier momento para actualizar esta "La vida es Serie B" que retomé en 2010 y que algunos seguís. 

Actualmente estoy haciendo un repaso a las películas nominadas a los Premios Goya de este año y entre ellas se encuentra esta "Un amor" (Ídem - Isabel Coixet (2023)) que me ha convencido. 

Si es cierto que hay algunas películas que me gustan más y otras menos de la cineasta catalana, en esta puedo decir que ha cumplido mis expectativas. 

La historia de una chica de ciudad, que se traslada a la vida rural buscando la paz que en la gran urbe no encuentra, podría recordarnos a muchos títulos tanto fílmicos como literarios pero que Coixet hace propia. 

Me gusta el estilo del filme, donde por momentos realiza una combinación de cine documental y de autor y en donde los personajes, se rajan sus vestiduras hablando de sus problemas del pasado que se trasladan al presente. 

También me aparece acertado el retrato que se hace de todos ellos, Nat, interpretada por Laia Costa y protagonista de esta historia, es la típica hipster de ciudad que busca su propia identidad pero que en realidad está sobrestimulada por lo que le han dicho como tiene que ser en la sociedad actual, siendo un ejemplo finalmente una persona que vive en una irrealidad y que se da de bruces con el mundo convencional. 

Por otro lado está el alemán, interpretado por Hovik Keuchkerian, un hombre de origen armenio que vive en el desolado pueblo y al que su vida pasada le arrastra a la soledad y a no confiar en nadie que pueda aparecer a su alrededor.

Y es el encuentro casual con Nat cuando el alemán se abre después de años, mostrando así sus aristas (que son muchas) y que terminarán con una confusa historia de amor para Nat, que bien él ve como algo pasajero y que ella ha confundido, pensando que este hombre podría completar el vacío que llevaba años dentro de ella. 

También tenemos al hippie reconvertido en artista de vidrieras Píter, interpretado por Hugo Silva en uno de sus mejores papeles y al casero de Nat interpretado por Luis Bermejo, un hombre de pueblo que le domina el machismo y el dinero y que cree que todo se consigue a modo de malas formas tanto verbales como físicas. 

Con todo este conjunto de recursos, Coixet consigue adentrar a estos personajes en su propio universo, alimentándolos con su lenguaje habitual, haciéndonos partícipes de la desdicha de Nat, de la cual somos testigos aunque por momentos queramos mirar hacia otro lado.