miércoles, 5 de octubre de 2016

RECICLAJE

Todos deberíamos reciclarnos, yo el primero.

Probablemente vivamos atados en jaulas diminutas de las que no podemos salir. Hay etapas de nuestra vida en las que sin quererlo estamos encerrados en lugares y junto a personas que no nos convienen o que simplemente no nos dejan evolucionar.

De hecho, a mi me ha pasado con este blog. Empecé a escribirlo en la época que estudiaba cine y lo prorrogué en mis primeros años de estancia en Madrid. Tiempo después tuve un troll y lo cerré. En cierta medida estaba encerrado. Necesitaba pasar página.

Hay que reciclar y no siempre papel.

En ese momento decidí dejarlo, cerrarlo. Pensé en reciclarme y probar otras cosas. Sinceramente creo que me equivoqué, ya que tiempo después descubrí al troll, hablamos y me pidió disculpas.

Muchas veces pienso que hubiese pasado si hubiera continuado con mis textos que publicaba libremente en la red. Si siguiese día a día leyendo a otros compañeros y comentando sus escritos...pero no lo hice, lo dejé y lo recuperé en en 2010. Exactamente creo que pasé año y medio sin publicar ninguna entrada.

Volví a escribir porque a veces estaba en el metro o en cualquier otro lugar y pensaba, esto sería genial para el blog.
Escribir aquí me relaja, me parece terapéutico, lo necesito.

Echo la vista atrás y miro el histórico y leo entradas anteriores, en ellas veo a otra persona. Me gusta ver esa evolución, me gusta pensar que cada vez puedo escribir de más cosas sin tapujos, (aunque tengo que decir que ahora pienso más lo que escribo).

¿Y a qué viene todo esto? ; Pues vais a pensar que siempre pongo la parabólica cuando voy a los bares, pero no es así. El problema radica en que en España tenemos una costumbre muy mala, hablamos a voces.  Así que sin quererlo me entero de cosas que ni me van ni me vienen.

Hoy mismo me encontraba en una cafetería que hay próxima a mi oficina. Dicha cafetería es frecuentada tanto por mi hermano, por nuestro amigo Adolfo y por mi debido a su espectacular bocadillo de pollo. Así que hoy no iba a ser menos.

Un español en un bar español.

Fernando, el camarero y propietario me obsequió una de sus famosas tapas mientras esperaba.

A mi lado, un grupo de cuatro personas, dos hombres y dos mujeres comían el menú. Todos sin excepción rondaban los cincuenta y tantos.

Comenzaron a hablar elevando el tono. Un hombre tomaba las riendas de la conversación y una de las mujeres le rebatía.

- Las cosas no son como antes... - (En esta parte comenzó a contar una batallita de la que no me enteré demasiado)

- Bueno pero ahora seguimos ganando dinero.

- No como antes. En el pasado nadie bajaba los precios, ahora aceptamos presupuestos que antes no hubiésemos aceptado.

- Ya, pero antes no es ahora.

- Eso lo dirás tú, yo siempre he estado en un departamento donde se hacían las cosas. Siempre hemos trabajado con los mejores clientes.

La mujer, se indignó por este comentario.

- ¿Qué clientes? ¿Qué casos de éxito? Dime uno.

- Ahora no recuerdo. - Respondió el hombre.

- Pues deberías especificar, porque yo soy la que me leo todos los informes y estoy al corriente de todos los proyectos.

El hombre se calló y continuó comiendo.

El resto de contertulios volvieron a lo mismo, al pasado. Me daba la sensación que se dedicaban a algo que tenía que ver con programación, con webs o algo similar.
Su empresa sería una de esas que al inicio de internet pegó el pelotazo y que ahora por la falta de reciclaje se habían estancado.

Se les veía desesperados. Me dio verdadera lástima.

Españoles hablando de cosas de españoles.

Muchas veces pienso en la tecnología y en como las cosas avanzan y como han afectado al sector servicios.
Personas de una determinada edad no van a lograr amoldarse a los nuevos tiempos y eso puede ser un problema. Incluso a mi, (que me considero joven) en ocasiones me parece un problema y hasta que pillo el punto a determinados programas me cuesta (aunque tengo que decir que cada vez menos). Así que ¿cómo no va a ser un problema para personas veinte años mayores que yo?

Y es que sin quererlo la era actual nos obliga a reciclarnos y nos dice - Eh tú, espabila. Ya está aquí la nueva actualización de software. ¿Te gusta? ¿no? Pues es lo hay.

Sin quererlo, sin tenerlo planificado, tenemos que adaptarnos y claro, eso es complicado. Creo que todos nos deberíamos dar cuenta de esto antes de que sea demasiado tarde.


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