De Jordan Peele, puedo decir que me fascina lo que hace.
Tiene tan claro el género de terror y como llevarlo acabo, que no le pongo ningún pero.
Ya en su anterior trabajo "Get Out" (Ídem - Jordan Peele (2017)), lograba crear una atmósfera y un halo de incomodidad que bien podría trasladarse a esta su segunda película como director.
En esta, una niña desaparece accidentalmente durante unas vacaciones. Concretamente, mientras acude a un parque de atracciones con sus padres.
Finalmente la niña es recuperada en la casa de los espejos. La niña se perturba al verse así misma, algo que es aparentemente normal debido al lugar donde se encontraba.
Tras este hecho, la pequeña sufre el síndrome del shock postraumático y se pasa un tiempo sin hablar, aunque logra recuperarse.
Años después, decide volver junto con su familia al mismo lugar.
Ahora es madre, está casada y tiene un par de hijos.
Todo transcurre con cierta normalidad hasta que un grupo de personas les acecha en su casa de veraneo.
Lo más sorprendente de estos individuos, es que son absolutamente parecidos a la familia en cuestión, y no sólo a ellos, sino también a todas las personas que habitan la tierra, puesto que son un reflejo de ellos.
Con este argumento que parece enrevesado (pero en realidad no lo es tanto - mundo real y mundo reflejado platónico). El director estadounidense no deja escapar ni un ápice dos de sus peculiaridades, la crudeza y en ocasiones la comedia.
Algo absolutamente necesario en el cine de terror actual.
Si bien todo funciona como un reloj (giro final incluido que bien podría llevarnos a una segunda parte) en esta "Us" hay un doble personaje que se COME (como se suele decir en estos casos) al resto de los personajes y ese el de Lupita Nyong'o; el cual le proporcionará una nueva nominación al Oscar, incluso me aventuraría a decir que puede que le proporcione su segunda estatuilla, aunque quizás sea un poco temprano para este tipo de pronósticos, pero ahí lo dejo.
Hace un par de semanas que he visto el film y aún me siguen rodando varias de sus secuencias por la cabeza y es que tanto el uso del tempo cinematográfico (concretamente el del género de terror) así como los giros de guión son la marca esencial de Peele, quien no se conforma con una primera idea, sino que busca la excelencia, algo que agradezco.
Con su anterior trabajo se llevó el Oscar al mejor guión original, algo que por supuesto es indiscutible.
En esta ocasión también se lo podría llevar; por qué no, puestos a soñar...
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