EL BUEN PATRÓN

Julio Blanco es un empresario al que no le falta de nada. 
Vive de manera acomodada y en principio no tiene motivos por los que preocuparse. Cara a la galería es un hombre recto, envidiable y formal que posee una vida marital sólida alejada de engaños u otros problemas.

Pero la realidad es otra.
Blanco es un tipo que intenta sacar siempre el máximo beneficio para su empresa, echando de la misma a quien sea y como no, intentará a su vez, utilizar sus influencias para conseguir sus objetivos, algunos de ellos laborales y otros extra matrimoniales. 

Julio, tiene una fijación por las becarias que entran a trabajar a su compañía, algo que en esta ocasión le ocasionará algún que otro percance inesperado, al igual que a Miralles, su mano derecha (y en principio su mejor amigo) quien acaba de tener una relación extra matrimonial con la secretaria de Blanco algo que hará tambalear su matrimonio. 

Por si esto fuera poco, al empresario se le junta un problema más.
El despido de Jose, uno de sus empleados hará que este se amotine frente a su fábrica de balanzas, haciendo que el premio local a la excelencia empresarial al que opta, pueda recaer en otra empresa que no sea la suya. 
Es entonces cuando el empresario deberá tomar drásticas medidas. 

Brillante película de Fernando León de Aranoa, que a modo de comedia cuenta su particular "Uno, dos, tres" ("One, two, three" - Billy Wilder (1961)) cambiando la fábrica de la conocida bebida Coca-cola por una empresa de balanzas en una provincia española. 
De excelente guion, "El buen patrón", goza además de unas brillantes actuaciones donde destacan dos de los mejores actores españoles del momento Javier Bardem y Manolo Solo, quienes sostienen con su presencia la mayor parte del metraje. 

León de Aranoa sabe trasladar el costumbrismo español a la actualidad, tocando temas de fondo que nos pueden conmover a todos y que sin ningún género de dudas son un reflejo de las sociedad en la que vivimos; la emigración, la posición de la mujer dentro del hábito laboral y sin ir más lejos la precariedad en el empleo y como esta afecta en las relaciones entre las personas.
Y es que este Julio Blanco que vemos reflejado en este filme, bien podría ser muchos de los empresarios españoles que no por méritos propios, sino por herencia, se han hecho dueños de poderosas empresas y que sólo por ese hecho miran por encima del hombro a todos los que pasan por sus vidas. 

Creo con sinceridad que "El buen patrón" puede hacer un buen papel en los próximos Oscar no sólo con la nominación de película de habla no inglesa, sino también en las categorías de Mejor actor para Bardem, guion para León de Aranoa y Actor de Reparto para Manolo Solo. 

Por soñar que no quede.