viernes, 30 de septiembre de 2016

SOY UN IMBÉCIL


Siempre he sido un imbécil, lo reconozco.

Cuando era pequeño (no me digáis por qué) me dejaba ganar a cualquier cosa y ciertamente, me daba igual.

En muchas ocasiones me hacía pasar por tonto y los que me rodeaban pensaban que realmente lo era...
Hasta que llegó un día que me dije:

- Voy a dejar de hacer creer lo que no soy.

Empecé a no dejarme ganar, a discutir y a utilizar mi conocimiento sobre diferentes asuntos.

Pero a día de hoy sigo pensando que soy un completo imbécil. Quizás no he entendido como funcionan las cosas o me lo he montado realmente mal.

El otro día estaba comiendo un Kebab en una terraza. Detrás de mi había dos chicas.
Hablaban de como aprovecharse del sistema y como esto les influía en el día a día.

- ¡Buah tía! Menuda mierda, estoy con lo del INEM y me obligan a ir a cursos.

- No te mola ¿o qué?

- Pues no, hay que pillarse un metro y claro ir desde donde yo vivo es una movida... Lo que hay que hacer por cobrar el paro. Estoy hasta la polla.

Mi cerebro cortocircuitó, ¿lo qué hay que hacer para cobrar el paro?

Para mis adentros pensé una vez más que era un imbécil, que llevo trabajando desde los veintitrés y tengo treinta y dos y que siempre que he buscado trabajo lo he encontrado.

He hecho lo que he podido por no estar parado.


Entiendo estados, circunstancias personales que no favorezcan el empleo, situaciones geográficas, aspiraciones... pero soy de los que opinan que si uno quiere trabajar DE VERDAD lo encuentra.

Volviendo a la situación con éstas dos chicas, la conversación derivó a:

- Si ves el otro día con el Jorge y éstos. Menudas risas... terminamos en un garito por ahí, fumando unos petas, tos colocaos...

- Joder, el Jorge...

- Sí, estuvo de puta madre tía, mola mogollón, no como con mi ex...

La chica que cobraba el paro, que se quejaba por tener que hacer un curso obligatorio, la que se quejaba de lo que había que hacer para cobrar la prestación, salía con esas...

Fue cuando volví a pensar lo que siempre había pensado. Pero acentuado, SOY UN PUTO IMBÉCIL.

Trabajo como un cabrón, pago muchísimos impuestos, apenas tengo tiempo libre y hay gente que se queja por "ir a hacer un curso" y dilapidar lo que le entra.

Lo peor de todo esto es que éstas dos sujetas eran sólo tres o cuatro años mayores que yo.

Sinceramente prefiero trabajar, pagar impuestos y aunque a veces gane más o gane menos, tener la satisfacción personal de sentirme realizado y saber que el levantarme y el luchar cada día merece la pena.