domingo, 30 de octubre de 2016

HABLANDO

Me gusta hablar con la gente. Además, no me digáis por qué muchas veces me preguntan por calles, direcciones, da igual la ciudad donde esté.
Quizás, tengo aspecto de estar siempre orientado, con la capacidad que tengo yo para perderme...

El otro día sin ir más lejos estaba en la estación de autobuses de Oviedo. Ya no recuerdo si iba o volvía a Madrid.
Fui al baño. Me dirigí a uno de los urinarios y allí había un señor sexagenario. Rápidamente entabló conversación conmigo.

- ¡Cagon en Dios! ¡No podía más! Desde Cangas de Narcea aguantándome.

- ¿Cuánto es eso hora y media? .- Le dije.

- ¡Qué va! Dos horas.

- ¿Y no había baño en el autobús?

- Que va hijo.

- Bueno al menos ya te has desahogado.

- ¡Y lo que me queda!

Concluí de orinar y me fui.

Otra anécdota. Iba en el metro. Nada más entrar al vagón un hombre me habló.

- ¿Este va a sol?

- Sí, tres paradas y estamos.

- Ah...Oye hoy juega el Atlético de Madrid ¿no?

- Creo que sí, he visto a gente con camisetas y banderas.

- El equipo es polaco, o ruso, igual es belga...

- Pues no lo sé señor, no he seguido mucho éstos días el fútbol.

- A mi me gusta mucho el fútbol, ¿sabes?

En ese momento fue cuando me di cuenta que debía de frenar la conversación. Me iba a dar la chapa de mi vida.

- Ya, ya... - Respondí.

Me di la vuelta y continué mi camino.

Como he dicho líneas atrás no sé por qué la gente me habla. A mi no me importa hablar con ellos, después de todo comunicarnos es una de las cosas que nos hace estar vivos.

viernes, 14 de octubre de 2016

BOB DYLAN PREMIO NOBEL


trovador, ra
1. adj. p. us. Que trovaApl. a pers., u. t. c. s.
2. m. y f. Poeta de la Edad Media que escribía y trovaba en lengua de oc.
3. m. y f. poeta.

4. m. y f. p. us. trovero (‖ persona que improvisa o canta trovos)

narrador, ra
Del lat. narrātor, -ōris.
1. adj. Que narraU. t. c. s.

Una combinación de ambas cosas sería Bob Dylan, o así lo pienso. 
Creo que nunca he hablado sobre premios en este blog. Pero me gusta que el mundo cambie y que no se estanque. Me gusta que el pensamiento crezca, evolucione y que no sólo las letras de negro sobre blanco sean las únicas que se utilicen para contar. 

A día de hoy tenemos blogs como este, publicaciones, foros, lugares donde expresar nuestros pensamientos y no por ello dejan de ser el reflejo de una generación, de una forma de comunicarnos. Tan válida como los grabados en piedra, la literatura o la música. Dylan lo hacía con su voz. Eran otros tiempos, pero a día de hoy aún funciona.

Flotando en el viento, dice Dylan en una de sus canciones y eso es lo que conforma el librepensamiento un brianstorming de ideas alocadas (o no) que nos hacen ver el mundo de otra manera. 

Que un músico se haya hecho con el Nobel de Literatura ¿por qué no? 
¿No estoy cambiando hoy la fuente de mi escrito? ¿No estoy escribiendo un viernes al medio día? ¿Quién me va a leer? Quizás nadie, o sí, quien sabe. Lo importante es ser diferente, decir lo que piensas y hacerte escuchar.

Memoria viva han descrito a algunos a Dylan. No menos que otros retratistas de nuestro siglo pasado y presente, escritores, cineastas, ensayistas... todos conformando un todo, el legado cultural. 
Trovador, contador de historias... armado únicamente con una guitarra, una armónica y su carismática voz a Dylan solo le hacían falta soltar al cielo sus versos cantados para dejarnos conocer su visión del mundo. 

Detesto a los faltos de miras, a los anclados en el pasado. A los que piensan que un poeta que canta no puede ser reconocido. Pobres ellos, pobres de pensamiento que por mucho que lean no saben entender el funcionamiento del mundo. 
Si de algo sirve la literatura es para ofrecer al ser humano una apertura de mente y no cerrar con candado todo lo que esté fuera de su alcance.
Saber como piensan los contrarios a ti, conocer otras culturas, hacerte ver que el mundo no es como lo imaginabas, viajar con el pensamiento a lugares a los que jamás podrás ir...

Porque el leer y el escuchar es lo que tiene que hacer el receptor de un mensaje. Ponerse en la piel de quien está escribiendo o cantando. Comprender y razonar, no ser únicamente un contenedor sin reflexión.

Ahora los habrá que prefieran centrarse en el desacuerdo porque sí. Rabiarán como niños pequeños... yo prefiero saber el por qué de esta decisión y entender por qué se le concede a un músico el Nobel.
Creo que desde que leí la noticia supe el por qué.

Así que enhorabuena Bob. Narrador de historias, de cuentos, de verdades y mentiras. Enhorabuena por tu aliento, tu esperanza y ganas de vivir. Ojalá yo nunca los pierda.


miércoles, 5 de octubre de 2016

RECICLAJE

Todos deberíamos reciclarnos, yo el primero.

Probablemente vivamos atados en jaulas diminutas de las que no podemos salir. Hay etapas de nuestra vida en las que sin quererlo estamos encerrados en lugares y junto a personas que no nos convienen o que simplemente no nos dejan evolucionar.

De hecho, a mi me ha pasado con este blog. Empecé a escribirlo en la época que estudiaba cine y lo prorrogué en mis primeros años de estancia en Madrid. Tiempo después tuve un troll y lo cerré. En cierta medida estaba encerrado. Necesitaba pasar página.

Hay que reciclar y no siempre papel.

En ese momento decidí dejarlo, cerrarlo. Pensé en reciclarme y probar otras cosas. Sinceramente creo que me equivoqué, ya que tiempo después descubrí al troll, hablamos y me pidió disculpas.

Muchas veces pienso que hubiese pasado si hubiera continuado con mis textos que publicaba libremente en la red. Si siguiese día a día leyendo a otros compañeros y comentando sus escritos...pero no lo hice, lo dejé y lo recuperé en en 2010. Exactamente creo que pasé año y medio sin publicar ninguna entrada.

Volví a escribir porque a veces estaba en el metro o en cualquier otro lugar y pensaba, esto sería genial para el blog.
Escribir aquí me relaja, me parece terapéutico, lo necesito.

Echo la vista atrás y miro el histórico y leo entradas anteriores, en ellas veo a otra persona. Me gusta ver esa evolución, me gusta pensar que cada vez puedo escribir de más cosas sin tapujos, (aunque tengo que decir que ahora pienso más lo que escribo).

¿Y a qué viene todo esto? ; Pues vais a pensar que siempre pongo la parabólica cuando voy a los bares, pero no es así. El problema radica en que en España tenemos una costumbre muy mala, hablamos a voces.  Así que sin quererlo me entero de cosas que ni me van ni me vienen.

Hoy mismo me encontraba en una cafetería que hay próxima a mi oficina. Dicha cafetería es frecuentada tanto por mi hermano, por nuestro amigo Adolfo y por mi debido a su espectacular bocadillo de pollo. Así que hoy no iba a ser menos.

Un español en un bar español.

Fernando, el camarero y propietario me obsequió una de sus famosas tapas mientras esperaba.

A mi lado, un grupo de cuatro personas, dos hombres y dos mujeres comían el menú. Todos sin excepción rondaban los cincuenta y tantos.

Comenzaron a hablar elevando el tono. Un hombre tomaba las riendas de la conversación y una de las mujeres le rebatía.

- Las cosas no son como antes... - (En esta parte comenzó a contar una batallita de la que no me enteré demasiado)

- Bueno pero ahora seguimos ganando dinero.

- No como antes. En el pasado nadie bajaba los precios, ahora aceptamos presupuestos que antes no hubiésemos aceptado.

- Ya, pero antes no es ahora.

- Eso lo dirás tú, yo siempre he estado en un departamento donde se hacían las cosas. Siempre hemos trabajado con los mejores clientes.

La mujer, se indignó por este comentario.

- ¿Qué clientes? ¿Qué casos de éxito? Dime uno.

- Ahora no recuerdo. - Respondió el hombre.

- Pues deberías especificar, porque yo soy la que me leo todos los informes y estoy al corriente de todos los proyectos.

El hombre se calló y continuó comiendo.

El resto de contertulios volvieron a lo mismo, al pasado. Me daba la sensación que se dedicaban a algo que tenía que ver con programación, con webs o algo similar.
Su empresa sería una de esas que al inicio de internet pegó el pelotazo y que ahora por la falta de reciclaje se habían estancado.

Se les veía desesperados. Me dio verdadera lástima.

Españoles hablando de cosas de españoles.

Muchas veces pienso en la tecnología y en como las cosas avanzan y como han afectado al sector servicios.
Personas de una determinada edad no van a lograr amoldarse a los nuevos tiempos y eso puede ser un problema. Incluso a mi, (que me considero joven) en ocasiones me parece un problema y hasta que pillo el punto a determinados programas me cuesta (aunque tengo que decir que cada vez menos). Así que ¿cómo no va a ser un problema para personas veinte años mayores que yo?

Y es que sin quererlo la era actual nos obliga a reciclarnos y nos dice - Eh tú, espabila. Ya está aquí la nueva actualización de software. ¿Te gusta? ¿no? Pues es lo hay.

Sin quererlo, sin tenerlo planificado, tenemos que adaptarnos y claro, eso es complicado. Creo que todos nos deberíamos dar cuenta de esto antes de que sea demasiado tarde.


martes, 4 de octubre de 2016

FIGHTERS

Estaba durmiendo en casa de un amigo. Esa noche me había costado conciliar el sueño. El calor del verano no me dio tregua.

Eran como las ocho de la mañana. Unas voces me despertaron.


- ¡Nano, no me jodas!

- ¿Cómo que no te joda?

Me asomé a la ventana. Se escuchaba barullo, ruido.

- Déjalo tío, no merece la pena. - Decía un tercero.

- ¡Me has robado mis cincuenta Euros!

- ¡Yo no te he robado nada!

- ¡Sí que los tienes! No me jodas, eso es lo único que tengo.

Repentinamente escucho un ¡Zas! Un golpe seco. Si habéis presenciado alguna pelea sabréis de lo que os hablo.

A los pocos segundos veo a un chico sin camiseta y con toda la cabeza repleta de sangre.

- ¡Me has robado los cincuenta Euros y me haces esto! ¡Te voy a denunciar y te voy a quitar todo tu dinero! ¡Ya sea mucho o poco te lo voy a quitar!

El otro aún le retaba.

- ¡Vamos, ven aquí!

Otros chicos aparecieron, les separaron. El agredido se fue del lugar.

A los pocos segundos el que había golpeado al otro chico apareció junto con otro amigo.

Se quitaron las camisas, estaban repletas de sangre. Se dirigieron a una fuente próxima a donde yo me encontraba.

- ¡No vuelvo a salir contigo! - Le decía el no agresor a su amigo. - Para un día que salimos y lías esto. Se acabó.

El otro no decía nada mientras se limpiaba la camisa.

Una vez terminaron de limpiar sus camisas se fueron. Me sorprendió la frialdad de los dos.

Tras tal lamentable espectáculo ya no pude dormir.