lunes, 28 de marzo de 2011

ME GUSTABA EL FÚTBOL

A petición popular, bueno, mejor dicho a petición de mi buen amigo Alberto Carpintero hoy dedicaré el post a los míticos jugadores de nuestra querida liga española.

Este post, como tantas otras cosas que se me ocurren surgió después de mantener una conversación con mi amigo.
Alberto fue a Ponferrada, allí, rebuscó en armarios, cajones y demás lugares donde nuestros recuerdos se almacenan y se topó con lo álbumnes de la  LFP. (Evidentemente todos ellos de "Ediciones Este" los cuáles los cromos se pegaban con pegamento.)

Alberto me habló  de un entrenador del Sportig de Gijón llamado Bert Jacobs el cual yo no recordaba y que según mi amigo tenía la cara quemada. Investigué al respecto y rápidamente recordé a semejante sujeto. Y yo me pregunto, ¿quién habrá sido el que eligió a este hombre como entrenador del equipo gijonés? Seguro que cualquiera menos un asesor de imagen o un experto en marketing.

Pero parece ser que era el destino quien me llamaba a realizar este post. Días atrás me encontraba en Murcia en casa de amigo Marcos Arango. En un alarde de nostalgia, Marcos, me puso la canción de unos raperos gaditanos llamados FRAC que cantaban un tema llamado "Odio al fútbol Moderno!" . Me pareció sublime.

En dicha canción había multitud de jugadores a los que no recordaba y otros que yo creo que ni siquiera conocía. Con lo cuál me llamó aún más la atención seguir investigando.

(Aquí os dejo el link de la canción, no tiene precio http://www.youtube.com/watch?v=JTiaYyYAJVE )

Así que comenzé tal y como me sugirió Alberto. Recordar a aquellos futbolistas que tuviesen mostacho.

Sin ningún género de dudas mi mostachudo preferido era Carmelo del Cádiz. Compañero de fatigas de los primeros pasos de Kiko; Carmelo, me recordaba a Manolo, un pescadero que trabajaba en el mercado del Fontán ovetense (concretamente en "Pescados Paco") y el cual guardaba las mejores Chopas y Lubinas a mi padre cada fin de semana.

Después estaba el Tato Abadía, no sé si era más mítico cuando jugaba en el Logroñés o por el contrario era más carismático cuando jugó en el Compostela. La cuestión es que Abadía era uno de esos cromos imprescindibles cuando éramos pequeños. He leído ultimamente que el Tato se dedica ahora a entrenar, (a ver si algún día dirige al Real Oviedo , aunque por lo que tengo entendido les va bastante bien ahora con Pacheta) , seguiré sus pasos.

El tercer mostachudo era el defensa brasileño del Real Madrid Rocha. Técnicamente no era especialmente bueno, pero vamos, Pepe al lado de este tipo era un santo. Además poseía una similitud clara y evidente con uno de los virus de "La Vida es Así". Seguro que robaba el calcio de todos los huesos que rompía.

Después, casualmente, me topé con un personaje que no recordaba y que parecía sacado de una película de Emir Kusturika, ese era un tal Atila Kasac. Un tipo tan malo y tan poco transcendente que por lo único que debe ser recordado es por similitud con un Lemming más que otra cosa. (Claro está que esos simpáticos personajes son más agraciados que este tipo).

Y es que amigos, sólo con el Real Oviedo, el Sporting, el Compostela y por supuesto el Logroñés tendría para diez post como este. Pero no quiero despedirme sin contar una anécdota que le sucedió a un amigo muy sportinguista.

Mi amigo se encontraba en su habitación con su sobrino. Su habitáculo particular está plagado de posters de la plantilla del Sporting en distintas temporadas. Su sobrino queriendo alardear de su conocimiento futbolístico señaló con su minúsculo dedo una foto del mítico jugador sportinguista "Quini" diciendo:

- Esti ye Quini.

Mi amigo tomándole el pelo a su sobrino señaló un poster de la temporada 1995 - 1996 donde aparecía el mítico jugador africano Yekini, quien también militó en el Sporting de Gijón . Fue entonces cuando mi amigo dijo.

- Sí esi ye Quini, pero esti también.

(La conjugación de los verbos es en asturiano, o al menos se aproxima)

miércoles, 23 de marzo de 2011

MR. KARHU

Había invitado a Carpintero y a Agustín Mateo a comer a mi casa. Siempre me ha gustado ejercer como anfitrión.

Les preparé mi especialidad, "Espaguetis al estilo Prada"; lo cual vienen a ser unos espaguetis con salsa de tomate, queso, atún, mejillones y demás elementos marinos. Todos ellos lavados con esmero,  quitándoles sus salsas y demás mejunjes, para que así, todo tenga un sabor único pero a la vez mixto.

Después de que se pusiesen las botas paramos a tomar un café en un mítico bar madrileño. En dicho bar había muy poco ambiente, pero como no, había el típico macho español que deleita a la clientela presente con su prosa popular  e inigualable.

Un vez concluimos, nos dirigimos hacia la zona de Argüelles. Carpintero como instigador de la BUENA MIERDA vio una tienda de libros en stock y con su estilo provocador, obsesivo y un tanto necio nos engañó para que entrásemos.

Lo que parecía un encuentro movido por el azar, se convirtió rápidamente en un hervidero de grandes oportunidades de las cuales Carpintero estaba al tanto.

- Vamos abajo, es donde están las películas . - Dijo.

Una vez nos encontramos en la parte inferior de la tienda, un extraño ser llamó especialmente mi atención.
Se trataba de un individuo bajo, unicejo, delgado y de manos sudorosas que no paraba de tocar los diferentes libros.

Su vestimenta, de lo más peculiar. Un roído chandal azul turquesa con el símbolo de Karhu que dejaba ver su incipiente barriga; todo ello decorado con unos lustrosos zapatos castellanos.

A los pocos segundos ya vino a mi mente un apodo para semejante sujeto, Mr. Karhu.

Me debió ver cara de sociable ya que no pasaron ni dos minutos y empezó a hablar conmigo.

- Todo a un Euro, tío a un Euro.

- Ah muy bien, sí la verdad que es un precio muy competitivo. - Le respondí.

- Mira yo soy un friki de la ostia y allí hay una edición de los Romulanos de Star Trek, ¡Con Leonard Nimoy! Eso valía 20 Euros hace un año. Ya no quedan tío, están fuera de stock. - Me confesó apasionadamente.

- Sí, sí. La verdad que es increíble .- Le dije intentando escurrir el bulto.

A continuación miramos unas biografías de Buñuel, de Clint Eastwood, libros de historia del cine y Mr. Karhu, también aportó su opinión al respecto.

- Me las he llevado todas. La mejor la de Clint Eastwood, las demás son un poco carcas.

- Ya, la verdad, por un Euro... - Le respondí.

Rápidamente sin que yo pudiese a penas hablar me interrumpió.

- Mira yo ya tengo 120 libros, cada día me llevo uno o dos. Ahora estoy coleccionado estos relatos de Tarzán, ¡de Burroughs! ¡Acojonate! ¡ Y sólo un Euro!

Mientras Mr. Karhu hablaba me puse a mirar películas. Por casualidades del destino me topé con una película de Jesús Franco, "Residencia para Espías" con el genial Eddie Constantine.

- ¡Ostia! .- Dije sorprendido.

Carpintero se acercó y me dijo .- ¡Tío esa es de las que te faltan de Jess! (Carpintero está al corriente de todas las películas que tengo o no de Jesús Franco, sabe que soy un incansable coleccionista y que mato por cada uno de sus filmes)

Mr Karhu, rápidamente se dio cuenta de lo que allí sucedía, estábamos en su habitat.

- ¡Qué has encontrado! .

Miró mi película y dijo - ¡Me cago en la puta! ¡Llévatela, menuda joya y por un Euro!

- Ya ves .- Le dije

- Eso sí, te voy a hacer mi última recomendación. Llévate este libro, ilustrado, con los mejores relatos de terror de Poe, de Bram Stoker. ¡Ilustrado y sólo un Euro! (Volvió a recalcar en lo de ilustrado y en lo de un Euro).

- Creo que con la película por hoy es suficiente.

Ni Agustín ni Carpintero compraron nada, mientras que yo, terminé con la película del tío Jess.

Fui a pagar, Mr. Karhu subió conmigo. Intenté ir sólo y me dirigí a una caja que estaba cerrada.

- ¡Es aquí hombre! .- Me gritó mi nuevo amigo.

Me dejó pasar delante. Cogió mi película y la miró. La tocó, leyó la sinopsis y volvió a comentar.

- ¡Además también sale Howard Vernon y el de Alphaville! ¡Venga tira! Menuda joya has encontrado ¡Y por un Euro!

Creo que al final, Mr. Karhu llegó a enfadarse.

martes, 8 de marzo de 2011

ANGELINES Y TAURO

Me he mudado no hace mucho. Es mi séptima casa desde que estoy en Madrid y espero que lo sea durante mucho tiempo.  Se podría decir, que me siento cómodo en mi nuevo hogar.

Mi vecindario está poblado por vecinos octogenarios, que cuando te encuentran en la escalera te cuentan su vida.

Hay una señora que vive en el segundo que se asoma a su balcón para ver quien sube en el ascensor (quien quiere a la Interpol, la CIA o la KGB teniéndola a ella). Esta señora también es la encargada de sacar el cubo de la basura y de manejar la llave maestra cuando se bloquea el susodicho ascensor ( el otro día fui testigo de su inusual movimiento de muñeca para liberar a los ocupantes del mismo).

Después a mi lado hay un señor con bigotillo y pelo lacado o encerado (no sabría como describirlo) que hace poco se ha operado de una cadera, pero que de hacer esfuerzos le ha dado una hernia y que como el dice.

- Me tiene jodido.

Pero la que llama especialmente mi atención es Angelines.

La mujer se me presentó el primer día que llegué y como no, hizo repaso de su vida y milagros. Según ella, es la vecina más antigua del edificio en el cuál vivía ya su abuelo.
Según esa señora, si me fijo en la entrada del portal hay unos enganches para amarrar los caballos (lo cual me hace pensar que mi vivienda es al menos decimonónica) .

Pero si Angelines es peculiar más aún es su relación con su mascota Tauro, un gato persa.

La primera vez que me encontré a Tauro fue en el felpudo de mi casa atado con una correa de perro.

- ¡Pero bueno , un gato!  .- Dije.

Rápidamente salió Angelines de su casa.

- Es mío.

- ¿Y cómo se llama?

- Tauro, era de una amiga mia que vivía ahí en tu casa, pero cuando murió lo cogí yo.

(A todo esto Angelines intenta acojonarme, quizás en mi casa se produzca alguna fantasmogénesis y no soy consciente de ello).

Angelines continuó con su discurso.

- Ay, lo peor será cuando yo me muera. ¡Qué va a ser de este pobre animal!

Mi hermano que iba conmigo, se quedó frío, ya veía que nos iba a encasquetar el gato.

- Pues no sé Angelines, no sé que va pasar. Pero bueno mujer para que usted se muera aún queda mucho.

Angelines movió el mentón y se fue sin despedirse. No cumplió su objetivo, encasquetarnos al roñoso "Tauro".

Días después  Carpintero que había venido a ver un ciclo de "Españoladas" (vimos legendarios títulos como "Los Bingueros", "Jugando a Papás" y "La Dinamita está Servida") salió de la puerta de mi casa y exclamó.

- ¡Oye aquí hay un gato! ¡Y lo tienen atado como a un perro!

Rápidamente Angelines, al igual que conmigo y con la velocidad de un velociraptor se presentó en la puerta y dijo:

- Es mío, se llama Tauro.