domingo, 5 de agosto de 2018

PERDIDOS - TEMPORADA 1

Llego tarde a hacer esta entrada. Llego tarde, porque han pasado catorce años desde la emisión del primer episodio de esta serie y han pasado la friolera de ocho años desde la emisión del último.

Llego tarde, también, porque ya llevo muy avanzada la segunda temporada, voy por el episodio catorce de veintitrés y es que me ha sucedido lo que todo el mundo me decía, esta serie engancha.
A mi, particularmente me pilló en aquellos albores de internet donde todo el mundo comenzaba a descargarse cosas de manera ilegal y yo no me enteraba prácticamente de nada.

Como comenté algunos post atrás me gustaría que a lo largo de este 2018, además de continuar con las series que ya había empezado a ver, me gustaría ver otras desde el inicio por así decirlo "míticas" que nunca he visto.
En mi lista estaban "The Wire", "The Killing" y la que hoy voy a empezar a comentar, "Perdidos", también conocida por el fandom como "Lost".

Recuerdo que en su emisión en España, TVE la solía situar en la sobremesa, y alguna que otra tarde cuando me quedaba a comer en casa de mi abuela me quedé absorto viéndola.
Concretamente, el episodio (SPOILER) que me marcó fue en el que John Locke vuelve a caminar tras el accidente, produciéndose así, un milagro.
Pensé para mi, esto es buenísimo. No me equivocaba. ¿Cuánto ha pasado de aquello? ¿Dieciséis años? Y ahora, que lo he vuelto a ver con la perspectiva del tiempo, puedo decir que cuando algo es bueno, es bueno de verdad y esta serie para mi lo es.

Es complicado, a su vez, poder mantener la tensión y la atención con temporadas tan largas sin introducir elementos que hagan de esta serie algo más llevadero.

1. La inclusión constante de personajes nuevos a medida que avanzan los episodios. 

2. Los flashback continuados de la vida de los distintos protagonisas. 

Esto dos elementos juegan un papel esencial y estructural con una construcción de tramas y subtramas propias de una ingeniería de guión, donde Damon Lindelof tiene bastante que ver. También J. J. Abrams (no le quitemos méritos) como creador.
Pero el engranaje a la hora de construir la historia me parece fascinante, a nivel de guión, que en realidad es lo que importa.



Buena táctica es el hacer que muchos de los personajes mientan, que miren por sus intereses y que nunca sepamos de que pié cojean.
El amalgama cultural, las subtramas derivadas donde algunos de los personajes jamás hubiesen tenido relación sino fuese por el accidente de avión, es cuanto menos digno de estudio.

Ahora bien,  ¿Qué es el humo negro? ¿Por qué desaparecen personajes sin dejar ni rastro? ¿Qué habrá bajo la escotilla?

Quien lo sabe, lo único que debemos saber es que la cosa no termina aquí.