lunes, 28 de noviembre de 2016

SEÑORAS MODERNAS

Fui a un estreno en el centro de Madrid.
La sala estaba a rebosar. Tenía varios amigos que habían participado en la película, quería verla.

Me tocó sentarme centrado pero en un fila lateral. Algo que agradecí, porque situarme justo en el centro de la sala me agobia demasiado.

A mi lado había una señora. Debía de ser su primer estreno. Otra amiga se acercó a hablar con ella.

- Como te lo montas, ahí al lado del equipo de la peli.

- Una que tiene sus influencias.

Por sus comentarios la señora quería hacerse la guay, la moderna. Quería estar en "la onda".

Una vez concluyeron de hablar cada una se fue a su sitio. La película empezó. Todo transcurrió con normalidad hasta que llegó la parte final del segundo acto de film.

En ella, la protagonista tiene un encuentro lésbico con otra mujer. La escena era bastante explícita.

Entonces mi mirada se dirigió a la señora. Estaba nerviosa, suspiraba, resoplaba...

Nunca por su imaginación había pasado algo así. Para ella la única cópula posible era la de hombre y mujer, no aquello.

¿Eso hacen las mujeres? ¡O Dios mío! .- Debió pensar.

La volví a mirar. La señora estaba sudando.
La escena debía de durar como unos cuatro minutos, a ella le debieron parecer cien.

Pasaba su mano por detrás de la nuca. Estaba nerviosa. Vi como cerraba los ojos.

Aquello pudo con ella. O no, quien sabe, igual tuvo sueños eróticos lésbicos como Ana Frank... Eso es algo que nunca sabremos.

Me entraron ganas de consolarla, de decirle que abriese un poco su mente, pero no lo hice.

Una vez concluyó la película la señora se fue hablando con sus amigas.
Se le vio diferente talante a cuando entró.
Si de algo sirvió aquella película fue para la mente a aquella mujer, o eso espero.

viernes, 25 de noviembre de 2016

ALMACENAJE

El almacenar creo que es una costumbre muy propia de los españoles en general.
Nos encanta tener, poseer.
Lo he vivido en mis propias carnes. Durante años me he dedicado a recopilar miles de cosas.

Soy coleccionista de Maters del Universo y además he comprado cientos de cosas que jamás utilizaré.

Me pasaba con libros, películas... Nunca voy a dedicar tiempo a muchas de ellas, entonces ¿por qué almacenarlas?

Este verano he hecho un ejercicio de desprenderme de objetos. Vendí cerca de 200 películas de DVD y BlueRay de mi colección.

Ahora mismo no sé cuales tengo, cuales no... En fin, un poco desbarajuste pero si os soy sincero me quité un buen peso de encima.

También tiré directamente a la basura como unas 30 películas BETA y VHS. Ocupaban espacio y muchas de ellas las tenía en otros formato, así que FUERA.

El pasado año también hice el mismo ejercicio. De mi biblioteca personal me deshice como unos cuarenta libros o más.

Muchos de ellos no eran malos. De hecho eran de un lote que me encontré en la calle. Eran novelas de misterio nórdicas y similares.  Así que como no me había gastado dinero en ellas decidí donarlas a una librería cercana a mi antigua casa.

Se llamaba "Libros Cercanos". Era un lugar que se abastecía de donaciones y en la que tú ponías el precio al libro que te querías llevar.

Era un sitio genial. De hecho, compré allí una biografía de Charles Chaplin a la que echaré mano pronto.

El link de Facebook de la tienda:

https://www.facebook.com/asociacionlibroscercanos/

Pero todas las buenas iniciativas en este país se acaban, como todo. La librería de la que os hablo cerró en agosto. Con lo cual os vais a quedar con las ganas de conocerla.

La fachada de la ya inexistente tienda
A mi, al menos, me queda el gusto de haber contribuido con ellos, comprando un libro y aportando cuarenta más. Quizás yo les ayudé (aunque fuese un poco) pero ellos no saben lo que me ayudaron a mi al quitarme todos esos libros de encima.

Otra cosa de las que he hecho este año. Tirar ropa. He tirado casi toda mi ropa. Sólo me he quedado con lo más nuevo y viejas reliquias que tengo para andar por casa.

Cuando uno tira su ropa parece que algo de él se va. Aunque os parezca extraño, también sentí una liberación al quitarme todo eso de encima.

Creo que es un ejercicio que todos debemos hacer una vez al año. Liberarnos de cosas.

No sé si será que estoy madurando pero me doy cuenta que cada vez soy más feliz con menos, ¿querrá esto decir algo?

La verdad es que habiendo plataformas para ver películas y libros digitales creo que el formato físico está avocado a la destrucción.
Al menos, el mundo de la música se ha dado cuenta antes.

martes, 22 de noviembre de 2016

ME HE CANSADO DE POKEMON GO!


Me he cansado de Pokemon Go! y no sólo de ese juego sino de todos.

Mi adicción a un vídeo juego no dura más de un par de semanas, a lo sumo tres. Me pongo a pensar el tiempo que pierdo y se me cae el mundo encima.

Cuando me lo descargué, la verdad es que era adicto. Caminaba de un sitio a otro con tal de capturar el mayor número de Pokemons posibles, al igual que pociones, pokebolas, todo lo que hiciese falta para sumar puntos.

Un trayecto que igual me hacía en treinta minutos pasaba a durar cuarenta y cinco.
Iba a los bares, en autobús, metro, no paraba de jugar. Todo a mi alrededor formaba parte del juego.

La verdad que durante esos días caminé y mucho, pero si es verdad que sufrí las consecuencias en primera persona cuando un par de coches casi me arrollan.

Fue el momento de dejarlo.

También fui adicto durante un tiempo al Apalabrados. Pude tener entre doce y quince partidas abiertas, hasta que un día me dije. - ¿qué es esto? ¡Basta!

Ahora mismo al único juego al que dedico un rato es al Comunio, ahora llamado Biwenger.
Para el que no esté puesto en este tema diré que se trata de un juego relacionado con el mundo del fútbol y que juegas con varias personas a modo de liga.

Fichas, compras, vendes, utilizas diferentes estrategias... La verdad es que me entretiene bastante. Además me sirve para estar un poco al día en el deporte rey en nuestro país.

Hoy mientras grabábamos vi a Morago sacar su móvil. Utilizaba una aplicación llamada ajedrez. Jugaba en línea con otras personas.
Me interesé por el juego, pensé en instalármelo. Finalmente he declinado, voy a engancharme y ahora no estoy para eso.

lunes, 21 de noviembre de 2016

POESÍA

No soy un buen lector de poesía. Lo reconozco. Me gusta mucho leer en general, pero llamadme raro, no soy capaz de encontrar el placer a las historias contadas en una sola columna.

Me paso el tiempo volviendo atrás, releyendo, intentando meterme y no hay manera...

Con este género literario es de los pocos con los que la mente se me va y me dedico a pensar en otras cosas ¿y que hago en esos casos? (al menos yo) volver atrás. Con lo cual, un libro de poesía se me hace interminable.

Este año he leído uno. "Poesía completa" de Paul Auster.
Sin ningún género de dudas es uno de mis escritores favoritos, pero lo he pasado absolutamente mal leyéndolo. Tengo que reconocer que leí poemas buenos, (muy buenos) y que muchos de ellos (como decía el prólogo) estaban inspirados en las etapas vividas por el escritor que identifico perfectamente con sus novelas. Pero no me pude concentrar.

Han pasado como cinco meses que me leí ese libro. Ahora mismo no podría recordar ninguno de los poemas, ni citar sus nombres. Maldita sea, realmente creo que soy imbécil, pero de remate.

Recuerdo cuando leí el libro que me decía a mi mismo, - qué prólogo tan bueno.- Me entretuve mucho, (ciertamente), pero cuando llegué a la poesía  me dije. - ¡oh no!

- ¡Kiko qué te pasa! ¡Es Paul Auster! Has leído como seis libros suyos, todos te han gustado. - Me preguntaba.

Pues bien, tras terminar el recopilatorio de poemas os puedo decir que el problema no es Paul Auster sino la poesía. Aunque siendo sincero conmigo mismo, el problema tampoco es de la poesía, el problema lo tengo yo.

miércoles, 16 de noviembre de 2016

Y LLEGAMOS A 100.000 ¡GRACIAS!


Quien me lo iba a decir cuando retomé el blog... Cien mil visitas...

Adolfo (que siempre es muy pesimista) me dice que no haga mucho caso al contador, que muchas son derivadas de algo... No le hago mucho caso, quiero creer que alguien me lee.

Si hubiese continuado desde 2006 (cuando empecé a escribir) igual me hubiese abierto alguna puerta lo de postear casi todos los días, pero ahora ya es tarde para pensar en eso.

Quizás esta afición mía por escribir me ha abierto una pequeña oportunidad. Voy a colaborar en un Fanzine que se publicará en diciembre. Es el segundo en el que pongo mi granito de arena, ya os hablaré de eso...

Pero bueno, hoy he entrado en el blog y he visto que he pasado de las cien mil visitas. Eso me hace muy feliz, me hace estar contento.

A veces hay que sonreír por las pequeñas cosas, son las que hacen tirar hacia delante.

Y poco más quiero contar hoy. Gracias por leerme, seguirme y por hacerme un hueco en vuestros dispositivos independientemente de cual sea.



viernes, 11 de noviembre de 2016

EL INCUNABLE PORNO ALEMÁN


Éramos preadolescentes. En mi caso, poco sabía del porno, el erotismo o cosas similares. 

Lo más próximo que había estado de eso eran las películas de Pasolini que ponían de madrugada en la Rai 1 y que veíamos gracias a la antena parabólica que habían instalado en nuestro edificio.

Nuestro amigo Jurado que siempre fue aventajado en todo estaba más puesto que mi hermano y yo en eso del porno.
De hecho, sabía donde encontrar material del bueno.

Había un kiosko camino a nuestro colegio. Estaba pasado un puente. Ahora mismo no recuerdo el nombre de la calle.

Entre otras actividades, el hombre que lo regentaba vivía de vender aparte de revistas, tabaco y todo tipo de apuestas, primitivas, quinielas...

Una vez entramos Jurado preguntó por las revistas porno.

El hombre sacó de debajo del mostrador unas revistas roñosas.

- Aquí tenéis chavales, porno duro, alemán, alemán del bueno.

Eran revistas de baja estopa Chery, Ratos de cama... La edición y la impresión eran terribles, al igual que los modelos / actores que salían en ellas.

Las mujeres tenían un vello púbico alargado, descontrolado y los hombres unos penes rojizos que eran espantosos.

- ¿Cuándo valen? .- Preguntó mi amigo.

- Todas, cien duros.- Respondió el hombre.

Entre todos compramos las revistas.

Ese mismo día, en el recreo que formaba parte del comedor vimos con entusiasmo nuestra adquisición. Concretamente, en el polideportivo de nuestro colegio.

Recuerdo que llovía y ese era un lugar donde nos resguardábamos aparte de jugar torneos de fútbol.

Johnny un chico tres o cuatro años mayor que nosotros se hizo con una de las revistas.
Una mujer de ébano y de alto peso realizaba el acto sexual con un hombre blanco.

- ¡Mira que gorda! .- Decía Johnny .

- ¡Mira que polla! .- Dijo Carro. Un chaval que por hache o por be siempre terminaba cobrando por sus inoportunos comentarios.

En ese instante la revista importaba poco. Carro fue el centro de atención. Terminó llorando, alegando, suplicando y diciendo que a él le gustaban las mujeres.

Por culpa de eso, Carro,  estuvo torturado varios días.

Cuando pasó la fiebre por macear a Carro, la tomaron con otros... Benigno y Toñín por algo que no recuerdo...

Y es que de niños éramos muy crueles.

domingo, 6 de noviembre de 2016

DE PASO


Desayuno casi todos los días en el mismo sitio. Es un bar castizo regentado por unos chicos muy simpáticos, que se desviven por sus clientes.

Me gusta ese sitio, aparte de desayunar, de vez en cuando voy a ver los partidos de Champions o a tomar algo con mi hermano y nuestros amigos.

Al ser, por así decirlo, "un habitual" hay caras que empiezan a sonarme. De entre todas ellas destaco la de una mujer.
Todas las mañanas se sienta en la barra del bar a primera hora de la mañana y pide un vino blanco.

Mientras toma este brebaje impropio de primera hora de la mañana (con total parsimonia), mira su teléfono móvil buscando ofertas de empleo.

Hace eso a diario. Forma parte de su rutina, como de la mía es pensar en mis problemas o leer twitter y hacerme eco de lo que ha sucedido mientras dormía.

Todos tenemos nuestras historias, nuestras rutinas y nuestras formas de ver el mundo. Quizás ese microuniverso que es nuestra vida nos hace únicos. Esa señora tiene el suyo, el camarero chico también vive en su propio mundo, yo en el mío... Pero lo que no nos damos cuenta es que estamos aquí de paso.

Creo que nunca he sido tan consciente de este asunto hasta que ha sucedido un hecho hace un par de días.
Un compañero mío del colegio (más de diez años juntos en clase) , que también jugaba conmigo al balonmano se murió este jueves.
No quiero describir aquí las causas de la muerte ya que eso es lo de menos. Sino que alguien se vaya tan joven no es justo ni para él, ni para su entorno.

Llevaba años para mi olvidado, inexistente... No es que no quisiese recordarle, sino que hacía años que no le veía y ahora no puedo de dejar de pensar en él.
Pienso en todos los momentos que vivimos, las horas de clase, las gamberradas que hicimos, los entrenamientos, los viajes con el equipo...

Llevo una temporada malhumorado, un tanto irritado... Pero desde el jueves he podido reflexionar, en eso, en que estamos aquí de paso y que no debemos de pensar en más allá que mañana.

Cuando suceden éstas cosas me acuerdo de Randy Pausch y su libro "La última lección" que mi amigo Víctor me recomendó y al que dediqué un post allá por 2012.

http://lavidaesserieb.blogspot.com.es/2012/12/la-ultima-leccion.html

Con todo esto quiero decir, que hagamos la vida fácil no sólo a quienes nos rodean sino también a nosotros mismos. Estar en paz con uno es la mejor manera de estar en paz con los demás.

En cuanto a mi amigo, espero que por fin, esta vez, descanse en paz.