CHINGA

El abanico de la obra de Stephen King es extenso; tanto es así, que sus colaboraciones en el mundo del cine se trasladan también al ámbito televisivo.

Por un lado, son conocidos los innumerables telefilmes o mini series inspirados en su obra, y además, no son pocos los episodios de series en los que el escritor de Maine ha intervenido. 

El primero que aquí os comento en esta nueva sección es "Chinga" correspondiente a la quinta temporada de "Expediente - X" que actualmente estoy viendo y no quería dejar pasar.
Este décimo episodio cuenta una historia situada en el enclave habitual de King, Maine donde una madre soltera tiene visiones sobre muertes venideras. 

Y es que su hija posee una muñeca en la que habita un espíritu maligno relacionado con la brujería. Porque en la zona, son muchas las leyendas que sitúan en conjuros y hechizos relacionados con posesiones y malos augurios. 
De hecho, al inicio del episodio vemos cómo la muñeca utiliza la frase (repetitiva a lo largo del mismo) .- "Vamos a divertirnos", sembrando en ese momento el caos, haciendo que a las personas que están en el supermercado (aquí hay claras referencias a "La niebla") les comiencen a sangrar los ojos.
De hecho, el carnicero acaba suicidándose clavándose un cuchillo en el ojo. 

Es entonces cuando descubrimos que los celos de la niña son trasladados a la muñeca y que ambas forman una dupla donde matarán a todo aquel que quiera aproximarse a la madre. Destapándose así que el empleado fallecido había tenido un romance pasajero con la progenitora.
Y es que esa muñeca, al más puro estilo "Anabelle" sembrará el caos allá donde vaya.
Entre medias, Scully que había decidido pasar un fin de semana tranquila y que terminará envuelta en otro expediente equis. 

Curioso este episodio de "Chinga" que posee una buena dupla entre el universo de la serie y el de King, ambos únicos e interesantes y que salen bastante airosos de esta mezcla. 
Me gusta el final del capítulo donde rescatan a otra muñeca del mar, dando a entender, que el mal aún acecha y que no ha quedado ni mucho menos extinto a pesar de haber terminado con la otra muñeca.