jueves, 20 de enero de 2022

FUE LA MANO DE DIOS


Un mes movido este de enero en el que no he podido dedicar excesivo tiempo a ver demasiadas cosas pero que sí, he podido (por así decirlo), disfrutar de una de las películas más bellas del pasado 2021.

"Fue la mano de Dios" ("È stata la mano di Dio" - Paolo Sorrentino (2021)) es una demostración más de que los recuerdos de una persona pueden llegar a ser fruto del más hermoso ejercicio cinematográfico. 

Situada en los años 80 del pasado Siglo XX cuenta la historia de Fabietto y su familia, peculiar y genuina como tantas otras que convivían en la Nápoles de la época.
Y es que Fabietto es un afortunado, su familia, perteneciente a la clase obrera está unida, siempre reina el buen humor y aunque hay enfados y riñas a menudo se quedan en meras anécdotas. 

Por otro lado están su tía, la cual padece un trastorno bipolar y a la que considera su musa y con la que tiene una conexión especial. 
Todo este contexto se suman su relación con los habitantes de la zona y que se van cruzando en su camino, Armando, un contrabandista de tabaco que sueña con conducir lanchas motoras de alta velocidad o el irreverente Antonio Capuano al cual admira porque Fabietto sueña con algún día ser director de cine y contar las historias de la Nápoles que le rodea.

Y si esto fuera poco, la llegada de Diego Armando Maradona a la ciudad hará que los sueños cada vez estén más cerca tanto para él como para los suyos. 

Envuelta en los recuerdos del cineasta que se pasea por la Nápoles que le rodea haciéndonos sentir unos habitantes más, "Fue la mano de Dios" es un ejemplo de neorrealismo hermoso, directo y puro que nos podría recordar al mejor Fellini o a un Rossellini perdido en la isla de Stromboli
Sin ningún género de dudas, es una historia que conecta directamente con el corazón del espectador y que nos hace reflexionar sobre lo bella y efímera que es la vida. Disfrutémosla. 

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