Es una lástima que el apellido de esta cuarta entrega de "Matrix", siendo Resurrections no sea el inicio de una nueva colección de películas que si bien podría haber atrapado a las nuevas generaciones, me da la sensación, que se va a quedar en un hasta aquí hemos llegado.
Lo más sorprendente de todo, es que a pesar que esta nueva parte no funciona como debiese, el público ha ido a verla porque todos (me incluyo) deseábamos volver a ver algo igual de bueno que la primera vez.
Pero seamos sinceros, aunque cueste reconocerlo, la saga "Matrix" jamás logró alcanzar el nivel de su predecesora.
Sus secuelas fueron rebuscadas, retorcidas y carentes de un tono que intentaba todo el rato innovar pero contar, lo que es contar pues tampoco hacía demasiado por ello.
"Matrix Resurrections" ("The Matrix Resurrections" - Lana Wachowski (2021)) no deja de autoreferenciarse, autoparodiarse y es que lo peor de todo es que busca un tono que no es capaz de encontrar.
Constantes referencias a lo que hemos visto, personajes que ven una y otra vez fragmentos de las otras películas de la saga y la visión de un Neo que debe de recuperar la memoria... no sé, quizás me estoy haciendo mayor pero no he entrado en absoluto.
Lo peor que te puede pasar cuando vas a al cine es el estar constantemente mirando el reloj, rogando que la película termine. Creo que en el minuto quince ya lo estaba mirando, una lástima.
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