OBI - WAN KENOBI

Está claro que las plataformas aprovechan la nostalgia de los fans, para realizar continuaciones de las historias que sirvan para catapultar nuevamente a héroes o iconos de tiempos pasados. 

En esta ocasión, a través de Disney + podemos ver al Obi - Wan Kenobi que interpretó Ewan McGregor a finales de los años 90 e inicios de la primera década de los dos mil. 
Si bien, en aquel entonces las que cronológicamente eran las primeras historias de la saga "Star Wars" no fueron recibidas como George Lucas esperaba, si me da la sensación que el paso del tiempo les ha hecho cierta justicia. 

Aquí, en esta serie nos situamos años después de los acontecimientos de la tercera entrega "Star Wars: Episodio III - La Venganza de los Sith ("Star Wars: Episode III - The revenge of the sith" - George Lucas (2005)) donde el Imperio ha cobrado cada vez mayor presencia en las distintas galaxias y los Jedi comienzan a formar casi como un recuerdo borroso entre aquellos que les conocieron. 

Obi - Wan Kenobi, por su lado vive haciendo un trabajo como cualquier otro hasta que es avisado por el Senador Bail Organa del secuestro de la pequeña princesa Leia por parte del imperio. 

Es entonces, cuando el Jedi dará con la pequeña y se enfrentará así a un sinfín de aventuras que concluirá en un valioso episodio final situado en la granja de Owen Lars quien por su lado, junto a su esposa Beru lucharán por proteger también al pequeño Luke, hermano mellizo de Leia. 

Y es que en esta serie, la pequeña Leia cobra una importancia vital, puesto que es en ella donde recae por momentos el peso narrativo de algunos episodios. 
Tanto es así, que incluso nos puede resultar repelente, pero a medida que van pasando los minutos de la serie la vamos aceptando y conocemos mejor su rol.

En resumen, podríamos decir que nos encontramos ante un producto fan service bien resuelto y que hace honor a un personaje tan emblemático como el creado en su momento por Alec Guinness y del cual Ewan McGregor recogió el testigo con galones.