El género documental, creo que es de los formatos más completos y sinceros de los que goza el séptimo arte.
Todos los grandes directores, alguna vez a lo largo de su filmografía han contado con películas o cortometrajes de este género que a mí desde luego me ha dado muchas alegrías, no sólo como espectador sino también como realizador.
Uno de los directores españoles más interesantes de la actualidad, Kike Maíllo, se lanza a realizar una pieza que ya considero fundamental dentro del documental español "Oswald. El Falsificador" (Ídem - Kike Maíllo (2022)).
El filme, cuenta la historia de Oswald Aulestia Bach, quien durante años se dedicó a la falsificación de obras de arte y mediante una trama internacional logró colocar obras no reales de Joan Miró entre otros artistas logrando por ellas importantes sumas de dinero.
Y es que las obras falsificadas de Aulestia terminaron en colecciones privadas de todo el mundo; Japón, Italia... pero fue en Estados Unidos, concretamente en el estado de Illinois donde tuvieron una mayor aceptación y un gran número de compradores.
Oswald de carácter narcisista por naturaleza estaba obsesionado con la riqueza y gastaba ingentes cantidades de dinero en fiestas donde las drogas de diseño de la época, el alcohol y el sexo formaban parte de la tónica general de aquellos acontecimientos sociales.
Con un gran pulso narrativo y de edición, Maíllo nos traslada desde Barcelona a Venecia o Estados Unidos donde se construye una trama que digna de película y que termina con un poso final donde el espectador siente simpatía hacia un personaje que acepta su pasado y con ello, su rendición.
Dinámico, conciso y brillante, así es este "Oswald. El falsificador" que podéis ver el Filmin.
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