martes, 4 de febrero de 2014

DESPISTES

Como el nombre de la entrada indica soy un tanto despistado.
Si bien puedo estar con alguien una tarde en un grupo tomándome algo y encontrarme con esa persona días después y no asociarla; me puede pasar también que salga a comprar algo y volver a casa sin ello porque estoy pensando en cualquier otra cosa.

Por lo que tengo entendido, eso no es ser despistado, sino que tiene más que ver con no poner especial atención a lo que uno está haciendo realmente.

La mayoría de mis despistes pueden ser pasables (o perdonables) cuando no traspasan ciertas fronteras.

Siendo un adolescente, quemé la cocina de mi casa después de dejar una sartén con la vitrocerámica aún encendida tras cocinar unas croquetas de pollo marca 1 del Carrefour.

Pero lo que me pasó hace poco no tiene nombre.

Hice la cena y creía haberlo cerrado todo, pero aún así me seguía olíendo a gas. (Mi nueva cocina es con fogones con lo cual estaba un tanto asustado).

No le di mayor importancia, ya que tras haber comprobado varias veces no escuchaba ningún escape, pensé que quizás tuviese que ver con un problema de ventilación.
Como medida de precaución dejé una ventana de la cocina abierta.


Seguí con mi vida, cené, me acosté y me fui a trabajar.

Por la tarde noche recibí un mensaje. Mis compañeros se dieron cuenta que había dejado el gas encendido prácticamente un día.

Me asusté de verdad. La pude haber liado bien. Les podía haber pasado algo y no me lo hubiese perdonado nunca.

 Quizás, va a ser cierto eso que debo de prestar mayor atención a ciertas cosas del día a día.

No hay comentarios:

Publicar un comentario