Pues para mi queda concluida la visualización de esta saga de Sharknado que al igual que el resto de entregas de la saga mantiene un ritmo frenético en el que no paran de ocurrir cosas.
Si bien la quinta entrega concluía con el hijo del protagonista convertido en un hombre mayor que viajaba en el tiempo, en esta ocasión lo que hace Fin, el artífice de acabar con los Sharknados, es el poder viajar a través del los distintos periodos de la historia de nuestro planeta para parar lo que sería el primero de estos curiosos acontecimientos.
Y es que se me olvidó comentar que en la anterior parte de esta saga que los protagonistas encontraban en Stonehenge , Reino Unido los orígenes de los Sharknados y eso es lo que les llevó a las distintas partes del mundo para paliar el problema sin excesivo éxito.
Volviendo a la película, ahora Fin se ha convertido en un viajero del tiempo que viaja desde la época de los dinosaurios hasta la actual y donde se va encontrando con otros protagonistas de la saga que Gil, el hijo de este, ha ido rescatando y situando en diversos contextos históricos para ponerles a resguardo.
De hecho, en la citada parte de los dinosaurios, me da la sensación que muy probablemente estén reciclados de otras partes de la factoría Asylum, algo que como nivel de producción me parece brillante.
La cosa se complica cuando van al futuro y la verdadera April descubrirá que la April robótica ha sometido a la humanidad de tal manera que hay una remota posibilidad que los humanos puedan continuar en el planeta.
Como era de esperar, tras distintas luchas, peleas y la terminación de los Sharknados, los protagonistas vuelven al restaurante de la primera de las entregas y todo vuelve a ser de color de rosa.
Sinceramente un final esperado que pone fin a la que es una de las mayores sagas salidas de la nada de la historia de la televisión reciente.
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