domingo, 6 de noviembre de 2016
DE PASO
Desayuno casi todos los días en el mismo sitio. Es un bar castizo regentado por unos chicos muy simpáticos, que se desviven por sus clientes.
Me gusta ese sitio, aparte de desayunar, de vez en cuando voy a ver los partidos de Champions o a tomar algo con mi hermano y nuestros amigos.
Al ser, por así decirlo, "un habitual" hay caras que empiezan a sonarme. De entre todas ellas destaco la de una mujer.
Todas las mañanas se sienta en la barra del bar a primera hora de la mañana y pide un vino blanco.
Mientras toma este brebaje impropio de primera hora de la mañana (con total parsimonia), mira su teléfono móvil buscando ofertas de empleo.
Hace eso a diario. Forma parte de su rutina, como de la mía es pensar en mis problemas o leer twitter y hacerme eco de lo que ha sucedido mientras dormía.
Todos tenemos nuestras historias, nuestras rutinas y nuestras formas de ver el mundo. Quizás ese microuniverso que es nuestra vida nos hace únicos. Esa señora tiene el suyo, el camarero chico también vive en su propio mundo, yo en el mío... Pero lo que no nos damos cuenta es que estamos aquí de paso.
Creo que nunca he sido tan consciente de este asunto hasta que ha sucedido un hecho hace un par de días.
Un compañero mío del colegio (más de diez años juntos en clase) , que también jugaba conmigo al balonmano se murió este jueves.
No quiero describir aquí las causas de la muerte ya que eso es lo de menos. Sino que alguien se vaya tan joven no es justo ni para él, ni para su entorno.
Llevaba años para mi olvidado, inexistente... No es que no quisiese recordarle, sino que hacía años que no le veía y ahora no puedo de dejar de pensar en él.
Pienso en todos los momentos que vivimos, las horas de clase, las gamberradas que hicimos, los entrenamientos, los viajes con el equipo...
Llevo una temporada malhumorado, un tanto irritado... Pero desde el jueves he podido reflexionar, en eso, en que estamos aquí de paso y que no debemos de pensar en más allá que mañana.
Cuando suceden éstas cosas me acuerdo de Randy Pausch y su libro "La última lección" que mi amigo Víctor me recomendó y al que dediqué un post allá por 2012.
http://lavidaesserieb.blogspot.com.es/2012/12/la-ultima-leccion.html
Con todo esto quiero decir, que hagamos la vida fácil no sólo a quienes nos rodean sino también a nosotros mismos. Estar en paz con uno es la mejor manera de estar en paz con los demás.
En cuanto a mi amigo, espero que por fin, esta vez, descanse en paz.
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