martes, 18 de febrero de 2020

EUPHORIA - TEMPORADA 1

"Euphoria" (Ídem - Varios directores (2019) puede ser lo mejor que le haya pasado a la televisión en los últimos tiempos.
Pocas series han abordado a lo largo de este medio de comunicación, las relaciones entre adolescentes, como ven el mundo adulto y la incomprensión que de la sociedad que les rodea.
Quizás porque esta Generación Z de nativos digitales  tienen menos prejuicios sobre todas las cosas, al contrario de nuestra existencia, caracterizada básicamente por un incomprensible sentimiento de culpa.

En mi caso, soy perteneciente a la generación Millenial y aunque he ido creciendo a la vez que los elementos tecnológicos iban teniendo una mayor presencia, para muchas cosas me veo completamente fuera de lugar cuando estoy con ellos.
Ya soy ese viejo raro que se cuela en sus fiestas, las cuales, en cierta medida no termino de entender.
No obstante, me gusta ver lo que hacen y como lo hacen. Los no tapujos que tienen antes su condición física o su sexualidad es una bendición para los que hemos vivido reprimidos y que a día de hoy aún lo pasamos mal cuando queremos mostrar nuestro cuerpo las tardes de estío en la playa.

Ellos carecen de esta problemática. Les gusta ser como son, exhibirse, no tienen tapujos y son capaces de enamorarse entre personas del mismo sexo, algo que en mis tiempos era inconcebible.
Veo también (aunque no lo comparta) la madurez que poseen ante el consumo de cualquier tipo de sustancia.
Creo que la primera vez que vi drogas en directo fue casi rozando la veintena, ellos, sin embargo conviven en la adolescencia también con ello. Así que cuando llegan a edad adulta ya han cometido tantos errores que la perspectiva que tienen respecto a estas, es opuesta a la que teníamos nosotros, a quienes nos llegaba todo de sopetón.

"Euphoria" es un halo de aire fresco, una reflexión irrefutable sobre la sociedad actual y es que lo que está cambiando son los tiempos que nos ha tocado vivir que van tan rápido como la tecnología que nos comunica.
Redes sociales con las que interactuamos con desconocidos para mantener relaciones esporádicas, depresiones a base de ver infinidad de episodios de series frente a una pantalla ya sea de ordenador, móvil o cualquier otro dispositivo.
Y sobretodo una falta de comunicación en el cara a cara cuando nos alejamos de las redes sociales o el whatsapp.
Muchos de nosotros no sabemos como poder hablar con alguien al margen de las líneas que nos regalan nuestros actuales dispositivos.
Porque detrás de cada uno de nosotros fluye la timidez y la inseguridad.
A fin de cuentas, problemas a los que en otros tiempos nos podríamos haber enfrentado, pero que a día de hoy con nuestras vidas virtuales, es complicado que ciertas personas puedan resolver sus conflictos alejados de un teclado.



Dentro de esta preciosista serie, creo que juega un factor importante las relaciones entre padres y hijos.
Con anterioridad nuestros progenitores eran vistos, como esas personas que estaban por encima de nosotros y a las cuales no les contábamos ni una cuarta parte de lo que hacíamos.
Sin embargo, en esta serie, por el contrario, los padres son meros instrumentos que acompañan a los personajes principales hacia un camino adecuado a pesar de sus errores.
Porque en esta "Euphoria" los padres no son tan perfectos como en un principio podríamos pensar, sino que al igual que sus hijos cometen fallos y en ocasiones, imperdonables.

Antes, he calificado la serie de preciosista y es que "Euphoria" juega con una estética muy cuidada que no se encuentra por encima de la historia, sino que la acompaña.
Por un lado están los diferentes entornos donde se desarrolla la acción.
El instituto, con una iluminación más tradicional, donde la cámara vuela ya sea por los pasillos, en las aulas o en el campo de Football. Porque así es la vida de los protagonistas, dinámica. Van de una clase a otra, de una relación a otra, hoy tienen unos amigos, mañana otros...
Combinación de colores vivos para marcar los estados de ánimo de los personajes, azul tristeza (como indica su nombre en inglés), rojo para la pasión o la penumbra personificada en las casas donde residen, los parajes inhóspitos donde se encuentran con un desconocido o donde deciden tener una cita furtiva.

Todo en esta serie está tan medido y tan estudiado, que puedo decir abiertamente que la serie me ha cautivado.
Ahora bien, nos encontramos con un final con el que no pude dejar de aplaudir (a pesar de estar solo en mi casa), una verdadera obra de arte.
HBO demuestra una vez más que no pueden parar de hacer obras maestras. Que así siga siendo.


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