lunes, 1 de junio de 2020

WATCHMEN

Hacía días que había terminado de leer "Watchmen" (Ídem - Alan Moore y Dave Gibbons (1986 - 1987)), pero me parecía muy pretencioso por mi parte, ponerme a contaros aquí el que me había parecido esta novela gráfica. 
Mas que nada, porque una vez leída, me ha parecido de una maestría tal, que cualquiera de las palabras que le pueda dedicar van a resultar insulsas e insignificantes. 
Y es que el contenido de "Watchmen" te lleva como lector a una profunda reflexión sobre el como y el por qué de unos personajes que viven anclados en un hipotético 1985, y esto en cierta medida, podríamos trasladar a nuestra actualidad.
Un 1985 donde EEUU ha vencido en la Guerra de Vietnam y dónde Robert Redford se postula a ser el próximo presidente de la nación (o al menos eso se rumorea). 

Un asesino de enmascarados campa a sus anchas por la ciudad, mientras que los antiguos y los nuevos vigilantes intentan averiguar quién está detrás de la muerte de uno de ellos conocido como El Comediante
Y es que esos antihéroes, antiguos líderes de la justicia ya retirados, con sus barrigas incipientes y bajos de forma son los encargados de velar de nuevo por la seguridad de las calles, aunque hace tiempo que no se dedican a ello. 

Pero es que a lo largo de esta magnífica historia, poco margen de maniobra hay para la improvisación, porque todo parece mecanizado por alguien, ya que las casualidades son extrañas, al menos en los tiempos de la novela. 
¿Es casual que el Dr. Manhattan debido a sus capacidades sea capaz de provocar el cáncer a quien esté a su lado?
¿Es casual que Moloch parezca la misma enfermedad? Quizás todo esto sea una estrategia para hacer que el Doctor abandone voluntariamente el planeta y termine exiliado en Marte
Un lugar alejado del globo terráqueo y donde puede pararse a reflexionar no únicamente sobre su existencia, sino de la humanidad en general. 

A fin de cuentas, el Dr. Manhattan es un ser solitario y parece carente de sentimientos, nos da la sensación que nada le afecte. 
Tanto es así, que Laurie, su pareja decide abandonarle. 
En su lugar, el veterano Búho Nocturno ocupará su corazón ¿herido? Quizás, pero por lo que sí sabemos, un corazón carente de afecto. 
Y es que los cincuentones también tienen derecho a enamorarse y por qué no, a tener una tercera o cuarta oportunidad. 

Al igual que Rorschach quién cae en una trampa que le llevará a la cárcel, lo que ocasionará el desvelo de la identidad que hay bajo su máscara. 
Porque no nos olvidemos, que estos héroes enmascarados guardan su identidad ya no por preservar su anonimato, sino porque esto les genera seguridad. 
De hecho, el susodicho Rorschach una vez logra huir de la cárcel, no duda en volver a ponerse la máscara para así desempeñar su función, que en este caso es descubrir quién está detrás de la muerte de El Comediante

Y es que aquí, en este punto (SPOILER) donde entra a jugar Ozymandias, el hombre más inteligente del mundo, quien ha logrado crear dos enormes cefalópodos capaces de matar a miles de personas en la ciudad de Nueva York.
Esto generará un punto de inflexión entre los Estados Unidos y la URRSS, quienes se encontraban a punto de comenzar una tercera Guerra Mundial, pero que ahora unirán sus fuerzas, para lograr un bien común, la no destrucción del planeta, y con ello la ansiada paz entre estas dos superpotencias. 

Magistral esta novela gráfica, muy probablemente, de las mejores cosas que me he leído en mi vida (y puedo aseguraros que me he leído bastante). 
Como guionista que me considero, puedo deciros que "Watchmen" es sin duda el mejor manual para un artesano del guion, puesto que la concepción de sus diálogos y viñetas es lo que más se aproxima a una película. 
Cabalgadas de diálogos, voces en off en viñetas únicamente ilustradas, la composición del cuadro y por supuesto, las pequeñas historias que hay al final de cada uno de los episodios, bien podrían representar las mejores fichas de personaje que haya leído jamás. 

Seas amante del cómic o no, "Watchmen" es una obra imprescindible, es cultura general y como tal hay que tratarla, sino lo lees te estarás perdiendo algo muy valioso como es tu enriquecimiento personal, y eso, no tiene precio.

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