Creo que uno valora mucho más a las personas cuando se van, que cuando están entre nosotros.
Nunca podré decir que conocí a Richard Donner, pero sí podré decir que fue uno de esos directores (que indirectamente) me inspiraron a intentar hacer lo que hoy hago, películas.
Para mí la palabra director es muy grande, demasiado.
A pesar de haber dirigido bastante, aún pienso que estoy aprendiendo y que las hostias me pueden venir dobladas la próxima vez que me disponga a ponerme tras la cámara.
Richard Donner tenía un estilo propio, que no era otro que poner su talento al servicio del cine comercial y hacer de películas destinadas para el gran público en clásicos de culto. Algo que merece todos mis respetos y sobretodo, mi admiración.
Nadie puede olvidar "Superman" (Ídem - 1978) considerada aún a día de hoy como la mejor película de súper héroes jamás filmada (con respeto de todo el entramado que ha hecho Marvel en los últimos años, que es digno de estudio).
La manera de normalizar a un héroe procedente de otro planeta, confiar el papel a un desconocido Christopher Reeve y que los padres (el real y el adoptivo) sean Marlon Brando y Glenn Ford, estaba al alcance de muy pocos.
En ese momento, Donner demostró que era un artesano perfecto, capaz de confeccionar trajes a medida y que bien podría convertirse en ese director resolutivo que ya había demostrado ser sólo dos atrás con "La profecía" ("The Omen" - 1976).
Film de terror, con niño endemoniado de por medio, que le valió no sólo el reconocimiento del público sino de la crítica, quien se rindió a sus pies haciendo que sus protagonistas Gregory Peck y Lee Remick se convirtiesen en icónicos rostros del género de terror.
Pero no sólo del cine de terror o de súper héroes vive el hombre, y a Donner nada se le escapaba.
El cine acción también se rindió a sus pies.
La saga "Arma Letal" ("Lethal Weapon - 1987, 1989, 1992 y 1998) supuso para Donner un encumbramiento en este tipo de género, que completó con películas como "Asesinos" ("Assassins" - 1995) , "Conspiración" ("Conspiracy Theory" - 1997) o su película de despedida "16 calles" ("16 Blocks" - 2006) con un pletórico Bruce Willis.
Además de todo esto, Richard Donner también nos dejó para el recuerdo películas que marcaron infancias como "Los Goonies" ("The Goonies" - 1985) o "Lady halcón" ("Ladyhawke" - 1985), que se han convertido con el paso de los años en películas que todo el mundo recuerda con nostalgia y de las que se suele decir .- Ya no se hacen películas así.
Sin ningún género de dudas, hemos perdido a uno de los grandes del cine comercial de los últimos 50 años que ha vivido una pletórica vida (nos ha dejado con 91) y que su obra, muy probablemente, se estudie en las escuelas de cine, sino al tiempo.
DEP.
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