viernes, 2 de diciembre de 2011

NECIO

Anciano parecido al necio pero menos Astur.
Dicen que con el paso del tiempo, la personas nos hacemos más miedosos y asustadizos; quizás, porque a medida que pasan los años somos conscientes de que nuestra vida se apaga y cada minuto que pasa puede ser vital.

Sin ir más lejos, el otro día me encontraba en una cafetería de Oviedo tomando un café con mi tía y mi hermano.

Salí a hablar por teléfono y desde fuera vi como una nube de gente se agolpaba en un lugar determinado del local.

Una vez concluí mi conversación telefónica accedí a la cafetería. Un hombre de unos ochenta y tantos años se encontraba sentado en una silla, se había desmayado.

Mi tía le hablaba.

- ¿Cómo se llama? .- El hombre permanecía dormido, no respondía.

La camarera del local comenzó a abanicarle y otro empleado llamó a una ambulancia que no tardó en personarse.
La calle Jesús, el lugar del incidente.

Cuando llegaron, el anciano ya había despertado. Le midieron las constantes vitales y le hicieron una serie de preguntas que el hombre respondía como buenamente podía.

El show comenzó cuando quisieron trasladarle. Una vez lo tumbaron el la camilla, protestó.

- ¡Yo no voy a ningún sitio! ¡Esto no es nada! ¡Un vaso de agua, me da un poco el aire y listo!

Debido a la alteración que sufrió, repentinamente el hombre se volvió a desmayar.

Cuando le subían a la camilla volvió a recobrar la conciencia.

- ¡Que ya valió la broma! ¡Me cago en Dios! ¡Que yo no voy a ningún sitio!

El hombre empezó a patalear intentando quitarse de las cintas de la camilla que intentaban mantenerle en línea recta.

- Ya no hay negociación posible .- Le dijo el camillero. - Ahora viene sí o sí.

El hombre se negó a subir una vez más.

Fue entonces cuando una de las camareras desplegó un biombo.

- Por favor, atiéndanle aquí.

Los enfermeros llevaron al anciano tras el biombo. Le continuaron atendiendo en una parte poco transitada del local, en ese momento me fui.  Espero que pese a la necedad del anciano todo fuese solo un susto.

Una ambulancia ovetense. Un diez por su equipo.

2 comentarios:

  1. A ese hombre tendrían que haberle atado o haberle golpeado en la frente con una botella de anís de Chinchón para que dejara trabajar a los responsables sanitarios. Hay que ver.

    ResponderEliminar
  2. STULTIFER: Ya sabes como es la gente mayor.

    ResponderEliminar