martes, 20 de agosto de 2019

DOCTOR SUEÑO

Cuando eres un escritor del nivel de Stephen King puede que tus grandes éxitos pesen sobre ti como losas.
Puede que hayas recalado tanto en el subconsciente colectivo, que pensar en como pueden evolucionar los personajes que has creado sea incluso hasta pecaminoso.
En cambio, en otras disciplinas que no sean las literarias, vemos con cierta normalidad, como determinados personajes puedan evolucionar a modo de película treinta o cuarenta años después sin que esto nos parezca extraño.

Con "Doctor Sueño", Stephen King ha querido contarnos que ha ocurrido con Daniel Torrance años después de los hechos acontecidos en el hotel Overlook.
Muchos durante este tiempo probablemente se han preguntado que habrá sido de Dan o Doc como le queramos llamar durante todos estos años.
Pues la respuesta es muy sencilla.
Es un hombre normal y corriente que trabaja en un asilo de ancianos, donde utiliza "su resplandor" para ayudar a las personas que van a morir.
Mientras, lucha muy a su pesar contra la única herencia que le ha dejado su padre. La adicción al alcohol.
Acude a reuniones de alcohólicos anónimos, donde se utilizan frases esperanzadoras y charlas donde los asistentes a las mismas, intentan salir adelante ante una adicción que pocos querrían y que muy a su pesar han de superar.

Lo que Dan no espera es ponerse en contacto con Abra. Una niña de doce años que tiene un resplandor aún más fuerte que el de él y que deberá luchar contra los miembros del "Nudo Verdadero". Un grupo de seres no humanos que se alimentan del "vapor" que emiten los niños con resplandor.
Los miembros de "Nudo verdadero" no dudarán en matar a Abra, a la que consideran un ser inferior por el mero hecho de ser humana.
Danny Torrance después de todo, no deja de ser la única esperanza de la pequeña.

"Doctor Sueño" me parece una buena secuela de "El Resplandor". Básicamente porque hace una cosa, coger los elementos que cree necesarios de la novela original y llevar al mayor de los fantásticos una novela (esta), que podría haber sido como su predecesora. Con un tono realista (y que muy probablemente hubiese funcionado dado el caso), pero que aquí queda como un elemento más que la enriquece y que nos traslada a otro lugar.

Importante es, a su vez, una vez más, la utilización de King del contexto histórico y de la realidad del Estados Unidos de la época. Alejado (y mucho) del de los setenta donde se situaba la novela predecesora. Y es que el escritor de Bangor, Maine es un maestro en saber que puede ser más terrorífico para nosotros. Lo cotidiano, más que hechos llevados a una fantasía extrema.
Quiero decir con esto, que los miembros de "Nudo Verdadero" son más temibles porque viajan en caravanas y secuestran gente.
Son personas que aparentemente no harían daño a nadie y ese miedo, a lo real hace que por momentos tengamos pánico, incluso, de salir a la calle.

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