Esta sexta recopilación de "Los muertos vivientes" es interesante desde el punto de vista evolutivo de lo que es la saga de zombies.
Por un lado, vemos el fin definitivo de Los Salvadores y cómo Negan pasa a ser apresado por parte de Rick y los suyos.
Es en este punto, cuando Carl se convierte en un personaje vital de este tomo por diversos motivos.
El primero de ellos es su relación con Negan.
El joven pasará horas hablando con el líder de Los Salvadores forjando con ello una especie de amistad, que pasa por contarse sus confesiones e incluso parte de sus vidas.
Por otro lado, está el despertar en el amor adolescente por parte de Carl. En primer lugar con Sophia la hermana menor de Maggie con la que tiene lo que se puede decir como el primer flechazo y más tarde con Lydia la hija de Alpha, la líder de Los Susurradores.
Y es que esta facción de humanos denominada Los Susurradores utilizan máscaras hechas con piel de muertos vivientes para pasar desapercibidos en hordas de no vivos que les hacen deambular de un lado a otro sin levantar sospechas.
Es uno de esos trayectos cuando Los Susurradores se encuentran con un grupo de soldados de Rick encargados de custodiar los caminos que dan a la población; en ese momento despliegan sus astucia y rabia para atacar a los guardias.
La superviviente de ese ataque es Lydia, una adolescente que terminará apresada y que al igual que Negan entablará amistad con Carl para más tarde mostrarle a este lo que es entre otras cosas su primera experiencia sexual.
Mientras, en las poblaciones intentan mantener la calma y establecer lo que puede llegar a ser el mundo tal y como lo conocían previo a la infección.
Gran tomo este sexto, que al igual que los anteriores deja con un cliffhanger final que bien podría haber continuado aunque fuese unas páginas más.
Con ganas de meterle mano al séptimo, ya os contaré que tal.
Y con esta entrada cerramos las publicaciones de 2025.
Espero seguir contando más curiosidades de los temas que más me gustan aquí en La vida es Serie B.
Gracias por leerme.
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