sábado, 9 de julio de 2022

LA NOVIA GITANA


Me gusta estar al día de las novedades literarias (aunque esta que comento ya tiene un tiempo) al igual que estoy al día (dentro de mis posibilidades) de la actualidad tanto en el mundo del cine como el de las series. 

Había oído hablar de "La novia gitana" por amigos, de hecho Jaime fue uno de los que me lo recomendó fervientemente y por comentarios de internet, concretamente Twitter (que me sirve como base de información para no desprenderme de la actualidad), siempre tuve esta novela en punto de mira. 
Y es que a raíz del descubrimiento que Carmen Mola eran en realidad tres guionistas tras un seudónimo con nombre de mujer tras ganar el Premio Planeta con su último trabajo "La bestia", muchos han sido los que han intentado echar abajo las novelas de esta supuesta autora. 

Por el contrario, a mi esas cosas no me afectan y creo que una opinión se forja si se tiene conocimiento de lo que uno habla. 
Si miles de lectores han estados enganchados a la historia de la inspectora Elena Blanco por algo será, así que decidí sumergirme en sus páginas hará como dos semanas. 
Desde el primer momento me sentí identificado con el discurso narrativo de la novela y la forma de estar escrita, como si fuese el tratamiento de un guion cinematográfico (o al menos me ha dado esa sensación), me hizo adentrarme rápido en la historia. 

En sus páginas reconocí un Madrid que conozco a la perfección tras pasar quince años viviendo en él. Una ciudad donde los fines de semana abundan las despedidas de solteros y donde desde hace algún tiempo las mujeres tienen miedo de volver solas a casa.

Identifico también su idiosincrasia, los camareros extranjeros que regentan bares anteriormente regentados por españoles y que traducen sus nombres al castellano para sentirse partícipes de una sociedad que aún le cuesta asimilar este cambio social. 

Me siento identificado a sus vez con la búsqueda de identidad de los personajes, las noches solitarias en el Karaoke de Elena, el amor incomprendido por Zárate o la búsqueda a respuestas del pasado que nos hagan comprender el presente. 

La muerte de una joven a punto de casarse, lleva a los investigadores a ponerle el nombre provisional de La novia gitana hasta que descubren su identidad.
Algo que también sucedía en la novela de Stephen King "Colorado kid" que también he comentado en este blog, casualmente este año. 

Y es que el cuerpo sin vida de La novia gitana tiene similitud en su forma de morir con el de Susana Macaya, muerta años atrás en extrañas circunstancias, siendo su cerebro devorado por gusanos que le comen el cerebro. 
No tardamos demasiado en descubrir que La novia gitana no es otra que Lara, la hermana de Susana. Algo extraño puesto que el asesino de Susana, Miguel Vistas se encuentra en prisión por su crimen con pruebas inculpatorias que no dejan lugar a dudas de ser él quien cometió aquel crimen atroz. 

¿Estaremos ante un imitador? ¿O habrá sido el propio Vistas desde la cárcel quien hay ordenado el nuevo crimen? o pero aún ¿Será Vistas inocente?

Todos estos enigmas se desarrollan en una novela donde no deja hueco a las subtramas como la desaparición del hijo de Elena años atrás o la misteriosa historia de otro niño que se queda atrapado en una nave de la que no puede salir. 

Increíblemente narrada, con capítulos breves que pueden recordar a la duración de secuencias cinematográficas "La novia gitana" en su planteamiento de un policía en busca de un asesino y su continuidad en diversas novelas, puede recordar también a una de las sagas más brillantes de Stephen King "Mr. Mercedes" aunque aquí, con lo único que no contamos es ese elemento sobrenatural que caracteriza al escritor de Maine

Actualmente se ha filmado una serie de ocho episodios dirigidos por Paco Cabezas que me muero por ver. 
Así que mientras se estrena, no dudaré en contar esta historia que termina con un cliffhanger final brillante al igual que el mejor final de una serie teniéndonos en vilo hasta el siguiente temporada, en este caso, libro. 

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