Ha pasado mucho tiempo desde que vimos la tercera temporada de "Stranger Things" (pandemias mediante), tanto, que incluso sus protagonistas ya no son niños, sino adolescentes a punto de ir a la universidad.
Eso sí, las cosas siguen tal y como las dejamos aunque de distinta manera.
Eleven se ha ido a vivir fuera de Hawkins para no ser localizada y se hace pasar por la hermana de Jonathan y de Will, quien en realidad está enamorado de ella.
Hooper sigue recluido en una cárcel de trabajos forzados en la URSS y el resto de la pandilla se encuentra en el pueblo donde suceden todos los extraños sucesos.
Mike, no lleva muy bien eso de las relaciones a distancia y echa de menos a Eleven, así que decide ir a visitarla.
La joven ha perdido todos sus poderes y no para de sufrir bulling en el colegio, algo que Mike no sabe pero qué descubrirá cuando se produzca un incidente en una pista de patinaje.
Mientras el grupo de amigos se junta con Eddie y otros repetidores con quienes organizan partidas de rol y donde invocan a Vecna el mayor de los demonios conocidos y que posee un poder incontrolable.
Todos, menos Lucas quién se ha convertido en uno más dentro del equipo de baloncesto del instituto y que por un primer instante desechará la posibilidad de volver con sus amigos.
Como no, todo cambia cuando Vecna entra en acción y se dedica a matar a distintos jóvenes a quienes tortura con aspectos de su pasado que les hace entrar en pánico y en trance, por así decirlo, morir de miedo.
Quién es testigo de este primer incidente no es otro que Eddie, quien es acusado injustamente de la muerte de Erica que casualmente es la novia del capitán del equipo de baloncesto.
Es entonces cuando Eddie se convierte en el principal sospechoso de la muerte de Erica y tendrá que esconderse puesto que tanto las autoridades como el novio de la joven y sus amigos le intentarán dar captura.
Por otro lado, Eleven, es reclutada por el Doctor Sam Owens para un proyecto denominado NINA, que hará que la pequeña recupere sus recuerdos olvidados y sus poderes, reencontrándose a su vez con Brenner también conocido para ella como Papa.
Y es en ese viaje al fondo de la mente de Eleven donde vemos sus orígenes y la relación con un celador llamado Oderley con el comienza a tener una conexión especial.
Ese es el instante donde conocemos el tortuoso pasado de la pequeña quien pasó a ser la más poderosa de todos los niños con los que experimentó Brenner junto con One, al que se enfrentó y envió a otro mundo convirtiéndose en el malvado Vecna, siendo para sorpresa de todos nosotros el susodicho Oderley.
Así que el azote de Hawkins sin quererlo ha sido creado por Eleven y será ella quien debe resolver el problema que consistirá en evitar que el mundo del otro lado invada el conocido por nosotros, una vez haya recuperado sus poderes (cosa que hace).
Notable esta cuarta temporada de "Stranger Things" con referencias constantes al universo de Stephen King, de hecho, hay referencias claras a "Carrie" y a "El talismán" incluidas o a "Pesadilla en Elm Street" (" A nightmare on Elem Street" - Wes Craven (1984)) y donde incluso los Duffer Brothers guardan un pequeño papel a Robert Englund el mítico Freddy Kueger.
Es en ese mundo de los sueños o de las ensoñaciones donde se desenvuelve con soltura esta cuarta temporada donde alcanza su apogeo en el cuarto episodio, donde Max logra librarse de Vecna en un capítulo que es probablemente el mejor de la serie hasta fecha.
Mención especial a Eddie, lo mejor de "Stranger Things" también en general y que quedará para los anales de la historia su interpretación del tema "Master of Puppets" de Metallica, que es en realidad su letra es el homenaje a unos heavies que fueron acusados falsamente del asesinato de unos niños.
Algo que le sucede al personaje de Eddie. Mejor hilado imposible.
Me da la sensación que la quinta y última entrega de "Stranger Things" va a ser épica dando igual la duración de sus episodios y dando por sentado que estaremos pegados a nuestros televisores o pantallas de cualquier dispositivo esperando un final del cual no sabemos nada.
Ahora sólo toca esperar.
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