Cualquier persona que se dedique al mundo del cine admira profundamente a David Lynch.
Quizás por sus locos argumentos, por su puesta en escena bastante particular o simplemente por esa creación de atmósferas única que muchos han intentado imitar.
Para mi hermano y a mí, el punto de inflexión fue "Mullholand Drive" (Ídem - David Lynch (2001)) donde descubrimos a un cineasta increíble, que nos dejó petrificados con lo que había pasado frente a nuestras retinas.
No había una historia lineal clara, la amnesia, lo que era y no es, lo misterioso... todo jugaba a favor de una narración completamente apabullante y visualmente alucinante.
Evidentemente, en mi caso, tras ver esa película y a raíz de estudiar cine, me vi toda su biografía, de la que no podemos olvidar un buen puñado de cortometrajes, donde el cineasta experimentaba antes y después de determinadas películas y que eran pequeños segmentos de una mentalidad privilegiada.
Una filmografía que comienza a mediados de los años sesenta del pasado siglo veinte y que termina casi hasta nuestros días, y en donde el cineasta nacido en Montana, utiliza una vertiente surrealista en donde caben todo tipo de narrativas y ensoñaciones disruptivas que ya fueron, son y serán objeto de estudio para los investigadores y analistas cinematrográficos.
Pero evidentemente, no es únicamente la vertiente cinematográfica la que es interesante, puesto que muchos no podrán olvidar jamás la serie "Twin Peaks" que revolucionó la televisión a inicios de los años 90 del pasado siglo veinte y en la que muchos se preguntaban semana a semana, quien sería el culpable de haber asesinado a Laura Palmer.
Pero al igual que muchas filmografías, la de Lynch no estaba exenta de proyectos fallidos. (O al menos para la crítica).
Muy cuestionada fue su versión de "Dune" (Ídem - David Lynch (1984)) aunque para el que escribe estas líneas, le parece una película infravalorada y que contiene un sinfín de aciertos.
Muy cuestionada fue su versión de "Dune" (Ídem - David Lynch (1984)) aunque para el que escribe estas líneas, le parece una película infravalorada y que contiene un sinfín de aciertos.
Guste o no, se entienda o no, David Lynch será considerado por muchos como una rara avis dentro del mundo de Hollywood.
Para nosotros, como espectadores, sin embargo, ha sido un lujo sumergirnos en su ecléctico universo.
Para nosotros, como espectadores, sin embargo, ha sido un lujo sumergirnos en su ecléctico universo.
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