jueves, 9 de enero de 2025

NOSFERATU (2024)


Llevo desde el día uno queriendo hacer una nueva entrada en el blog, pero por una cosa o por otra no había podido sentarme a escribir. 

Nunca es tarde si la dicha es buena y espero que este 2025 superemos a años anteriores a número de entradas, ya que vamos a tener varios números redondos en cuanto a clasificación de publicaciones se refiere. 

Ya metidos en harina, hoy querría hablaros de "Nosferatu" (Ídem - Robert Eggers (2024)) que pude disfrutar a pocos días de concluir 2024

El filme es un remake del original de Murnau del año titulada "Nosferatu" ("Nosferatu - eine Symphonie des Grauens - F.W. Murnau (1922)) y que no era otra cosa que la versión de la novela "Drácula" de Bram Stoker pero cambiándole el nombre a los personajes y algún que otro elemento narrativo de la historia por falta de la adquisición de derechos. 

Y es que como de todas las dificultades sale a florecer alguna virtud, y este Nosferatu se convirtió en un icono dentro del mundo del cine de terror, siendo esta una de las grandes obras del expresionismo alemán, coronando a su realizador F.W. Murnau como el cineasta más icónico de este movimientos.

Robert Eggers, conocedor de todo esto ha puesto su granito de arena para mantener a este personaje vivo con un remake a la altura de su predecesora, y de la versión del año 1979 titulada "Nosferatu el vampiro" ("Nosferatu Phantom der Nacht" - Werner Herzog (1979)) de la que Eggers agarra por momentos incluso más que del filme original. 

Ya sólo la apariencia física del personaje de Ellen Hutter tiene que ver más con el de Isabelle Adjani que con el de Greta Schröder.
Y es que la actriz elegida en esta ocasión Lily-Rose Depp posee la fragilidad necesaria y vulnerabilidad visual para ser conquistada por el conde Orlok, interpretado por Bill Skarsgard quien se está convirtiendo por derecho propio en un icono del cine fantástico. 

En cuanto a la narrativa del filme es idéntica a los anteriores Nosfetarus o los Dráculas
Un joven a punto de casarse, viaja a un lugar remoto donde negociará las propiedades de un Conde quién a su vez mantiene una conexión con la prometida del joven administrador de fincas. 

Con elementos góticos y propios del expresionismo alemán, Eggers elige una iluminación apagada, con colores plomizos y apagados, que hacen del filme un look completamente otoñal y que decoran una película, que sí, es pura forma, (algo a lo que nos tiene acostumbrado el realizador) pero que aquí juega a favor de una narrativa; la de una película que durante sus 132 minutos nos tiene atrapados a pesar de que sepamos todo aquello que va a acontecer y que vamos a ver en pantalla. 

El final, con la muerte del conde es bellísimo a la par de grotesco, algo esperado aunque como digo, casi espeluznante. 

Un acierto total, de lo mejor del pasado 2024, aún la podéis disfrutar en cines. 


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