34 millones de personas en todo el mundo, vieron de un tirón en Netflix, esta tercera temporada de "La casa de papel"; y es que la serie española es un hito a nivel mundial, un hito capaz de traspasar cualquier tipo de frontera.
Álex Pina, el creador de la serie ha sido capaz de dar en el clavo y hacer algo que no está al alcance de muchos, convertir un producto patrio, en un código universal con quien personas de todo el planeta sienten plenamente identificadas. Algo, que hasta hace bien poco poseían únicamente industrias como la estadounidense o la británica.
Y es que la universalización de VOD (Video on demand) hace plausible ese recogimiento casero de los maratones de series.
Una táctica ya estandarizada y que ha venido hace unos años dispuesta a quedarse.
El paso de "La casa de papel" en formato lineal por parte de A3Media a la adquisición por parte del gigante Netflix, ha llevado a que la serie cuente con un menor número de episodios, con más corta duración, pero por el contrario ha hecho, que el presupuesto se incremente de manera significativa.
Lugares paradisiacos donde filmar, derechos de canciones, explosiones... todo tiene cabida en esta nueva temporada, donde no pueden faltar los líos amorosos (amores y desamores) que son los que sostienen en gran medida las subtramas de la serie.
Todo comienza en el paradisiaco lugar donde viven desde hace dos años Tokio y Río.
A ella le cansa la rutina, el no tener nada que hacer, ni nadie con quien relacionarse. Su cuerpo, su forma de ser le piden "fiesta", "divertimento". Mientras, Río, conocedor del anonimato que han de tomar, no le importa renunciar a "una vida libre", si eso le lleva a vivir plácidamente junto a Tokio.
Sin embargo, la naturaleza de la joven le hará emprender un viaje de unos días. Río vivirá con la incertidumbre de dónde y con quién se encontrará su compañera, así que le hace entrega de un teléfono móvil satelital.
En un principio, gracias a ese tipo de dispositivo no podrán ser localizados.
Pero nada más alejado de la realidad, Río es encontrado. Será sometido a interrogatorios y torturas hasta que diga donde se encuentran "El profesor" y el resto de la banda.
Es entonces, cuando el grupo de atracadores, decide volver a reunirse con la intención de rescatarle.
Y que mejor que llamar la atención de las autoridades que con la ejecución de un nuevo golpe.
El asalto al Banco de España. Gracias a este atraco, podrán hacer un intercambio y lograr de una manera forzosa la puesta en libertad de Río.
Esta tercera temporada es por así decirlo, lo que sucede entre medias en algo más grande que va a ocurrir, ya que nos deja un final abierto que está pidiendo a gritos una cuarta temporada.
Buena apuesta esta de Netflix por un formato que ya tiene sus códigos propios con los que el espectador se siente plenamente identificado.
Gran dirección, son muy buenos los nuevos personajes y por supuesto (no se esperaba menos) un grandioso despliegue de producción, que hace que nuestros formatos de ficción estén a un gran nivel.
De puertas a afuera somos sin duda potencia cinematográfica, ahora sólo nos lo tenemos que creer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario