domingo, 18 de agosto de 2019

SPIDER-MAN: FAR FROM HOME

Hay un antes y un después tras los Vengadores. Tanto es así, que los supervivientes tras el lapso temporal, como a la ira de Thanos han de encontrar su nuevo sitio.

En esta "Spider-Man: Far from home" (Ídem, John Watts (2019)) nos encontramos a un Peter Parker en pleno furor adolescente, que quiere olvidarse un poco de ser un súper héroe y quiere preocuparse más por ser un chico normal. (Si se puede decir así).
Sus miras están más dirigidas al viaje de estudios que va a realizar con sus compañeros de instituto, y en comerse la cabeza pensando en como va a conquistar a la chica que le gusta, más que en complacer a Nick Fury y enfrentarse a un nuevo enemigo.

Y es que lo bueno de este nuevo Spider-Man (vamos ya tres en los últimos tiempos) es que por así decirlo, le hemos cogido siendo casi Spider-Boy y estamos viendo su evolución hasta que llegue a la edad adulta.

Algo realmente maravilloso, puesto que tenemos súper héroe para rato.
También esto quiere decir que el universo Marvel continuará por décadas como era de esperar.
Centrándonos ya en este "Spiderman: Far from home", cabe destacar la presencia de un personaje como Mysterio.
Un ilusionista que nunca ha tenido ningún tipo de poder,  pero que hará todo lo posible por captar la atención de Nick Fury y por consiguiente de los Vengadores.
A medida que avanza el metraje, descubrimos los porqués de sus farsas y como pasó de ser un empleado de Tony Stark a el cerebro de una conspiración para hacerse con el poder de Industrias Stark, una vez fallecido el científico y empresario.

Y es que el genial Iron Man, ha dejado como legado a Peter Parker, unas gafas con las que puede controlar todos los sistemas de inteligencia y tecnología de la factoría Stark.
Algo para lo que el adolescente Parker no está preparado y que cede a Mysterio, pensando que es una buena persona y no un farsante.
Ahora bien, la evolución en la película es clara. Parker debe de afrontar  ciertos retos, que muy a su pesar le corresponden, porque no deja de ser Spider-Man cara al mundo, aunque continúe guardando su verdadera identidad.
Si una cosa nos ha quedado clara en la película, es que no es sencillo ser un héroe y adolescente al mismo tiempo, más que nada porque las hormonas nos hacen movernos por impulsos, algo que puede estar bien en cierta medida, pero que para otro tipo de circunstancias no lo es tanto, ya que esto nos puede llevar a equívoco.

Excelentes las dos secuencias finales (SPOILER) donde Mysterio y su equipo preparan un vídeo que se transmiten a nivel mundial y donde acusan a Peter Parker directamente de cometer ciertos delitos.
Ojo que J.K. Simmons vuelve a interpretar a J. Jonah Jameson el director del Daily Bugle, el mismo personaje que interpretó en la saga de Spider-Man dirigida por Sam Raimi.
Y la segunda secuencia final donde se ve a Talos (uno de los miembros de los Skrulls) quien se había hecho pasar durante todo el metraje por Nick Fury bajo la supervisión de este.

Sin ningún género de dudas, Marvel no nos deja de sorprender, que así siga siendo.


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