lunes, 9 de diciembre de 2019

MARRIAGE STORY

Todos las temporadas surgen ciertas películas que se terminan convirtiendo en imprescindibles, al menos para este que escribe en "La vida es serie B".
Este año, en el que las grandes producciones de distintos puntos del planeta han acaparado gran parte de la cartelera y de los rankings de lo mejor de este 2019 que se nos va, pocas son las películas donde los personajes están por encima del presupuesto que las acompaña.

"Marriage Story" (Ídem - Noah Baumbach (2019)) comienza como la descripción de los dos protagonistas por parte de su contrario.
Él la describe a ella con todas sus virtudes, sin especificar ninguno de sus defectos, a continuación, ella le describirle a él.
Bajo esas bellas palabras que se procesan, vemos a modo de secuencia elaborada (o como dirían los franceses montage), la cotidianidad de los dos protagonistas y el por qué eso les hace imprescindibles en el mundo.
A continuación nos situamos en el consultorio (por así decirlo) de un mediador quien está haciendo lo posible para que los dos personajes a pesar de no querer continuar juntos, deban de aceptarse y respetarse para no introducir en la ecuación a los abogados que intermedien con ellos durante su separación.
A medida que avanza la trama, nos damos cuenta que los intereses personales de cada uno de ellos van por encima de la relación.
Él, comienza a ser un director de teatro reconocido en Nueva York, mientras que ella, quiere volver a retomar su vida como actriz en Los Ángeles.
Esto hará (entre otras cosas) que sus caminos estén cada vez más separados. En ese punto es cuando ella decide tomar una decisión, contratar una abogada para así conseguir sus objetivos y terminar cuanto antes con los trámites de lo que será el divorcio.
Algo, que al protagonista pilla desprevenido y hará que deambule entre Los Ángeles y Nueva York para pasar el mayor tiempo posible con su hijo.

Y es que bajo este marco de dificultades podemos analizar una cosa. Una simple conversación de pareja puede aclarar muchos de los malentendidos que se tengan en el ámbito familiar.
Ella, a fin de cuentas, se veía abandonada por él. Que a su vez, parecía estar únicamente enamorado de su profesión y su proyección como director teatral.
Hay un momento determinante dentro de la película que es cuando él, decide finalmente mudarse a Los Ángeles para estar más cerca de su hijo.
Ella, le mira, con pesar. Bajo esa mirada podemos leer entre líneas un - era tan fácil como eso.
Si él, la hubiese escuchado, si hubiese cumplido su promesa de volver a la ciudad de los sueños, el cisma matrimonial nunca se hubiese producido. En esta vida, en muchas ocasiones es más importante saber escuchar a quien tenemos enfrente más que el saber argumentar nuestras opiniones.

"Marriage Story", funciona tan bien, que ya desde su comienzo Godariano hasta su concepción de la dramaturgia al estilo Bergman, Cassavettes o Truffaut, hacen del film casi una pieza de museo de la era contemporánea.
Es una de esas películas que sirven para ver como somos como seres humanos, una de esas películas que poseen un halo de aprendizaje y que nos sumerge en un conflicto que hacemos propio durante sus dos horas y cuarto de duración.
Absolutamente maravillosa.

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