Todo lo bueno se acaba y "La casa de papel" ha llegado a su fin.
Puedo asegurar que esta última remesa de episodios me han parecido fascinantes y que mantienen un pulso tan brillante que a penas tengo palabras para describirlos.
El guion funciona como un reloj, desde los pequeños detalles, la conclusión del atraco al Banco de España y un final del cual he leído que es un fan service (como no en Twitter), pero que a mí, al contrario, me parece otra cosa.
Creo que posiciona a los personajes donde deben de estar y no descarto que en diez, quince o veinte años veamos nuevamente al Profesor y a su banda no ejecutando otro atraco, sino quizás, ayudando a desarticular otro atraco.
Ese sería un buen giro, la banda ayudando ahora al ejercito y a las fuerzas de seguridad del estado a atrapar a unos atracadores.
Pero hablemos de lo que hemos visto en estos diez episodios.
Además de la resolución al atraco del Banco de España y la muerte de algunos de los integrantes del clan como Tokio, los guionistas se han centrado mucho en el pasado, concretamente en el de Berlín, del cual ya sabemos que tendrá su propio spin-off.
Para sumergirnos en esa atmósfera de lo que será esta nueva serie nos presenta por su lado a su hijo, un friki informático y a su joven esposa de la que está completamente enamorado (SPOILER) y que terminará yéndose con su hijo desatando así la ira de Berlín.
Pero no sólo de amor hablan esos flashbacks sino que también nos cuentan cómo Berlín diseñó el plan del Banco de España o las primeras interacciones con personajes como Bogotá o Marsella, importantes en esta fase final de la serie.
Muy probablemente "Berlín" sea lo que es "Better call Saul" para "Breaking Bad" con lo cual, estoy deseoso de que la rueden y que se estrene lo antes posible.
Me considero un fan acérrimo de "La casa de papel" y sinceramente no se me ocurre un final mejor donde se conjuguen acción, romance y emoción.
Porque sí, no me cuesta reconocer que he llorado con el episodio final, probablemente porque me daba la sensación que algo se terminaba y esas cosas me matan.
Puede que el cierre optimista no agrade a muchos, pero a mí me ha dejado un buen sabor de boca y estoy muy contento con el resultado, que nos guste o no era el más digno y claro de todos los posibles.
También porque creo que la cosa no va terminar aquí y que dentro de unos años sabremos más de estos personajes, los cuáles ya tienen un hueco en nuestros corazones.
Algo ha cambiado en la ficción española, somos un referente y eso es absolutamente increíble.
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