domingo, 10 de diciembre de 2023

TALK TO ME


Todos los años en el circuito de películas de terror hay una que destaca por su originalidad y conjunto respecto a otros filmes del mismo género. 

Este 2023 aunque con unos meses de retraso en nuestro país, ese reconocimiento ha caído en "Talk to me" (Ídem - Danny Philippou & Michael Philippou (2022)).

La película de origen australiano cuenta la historia de Mia, una joven que vive con el pesar de haber perdido a su madre años atrás. 
Como otras chicas de su edad, por momentos no piensa en mucho más allá que divertirse y dejar de lado las responsabilidades que puede tener una adolescente.

Todo cambia para ella, cuando un grupo de amigos la invita a participar en una ouija un tanto particular. 
En ella, no hay una tabla para hablar con los muertos, sino que por medio de una mano que estrecha el interlocutor, el espíritu del fallecido se apodera de la persona viva. 

Como era de esperar, Mia, al ver cómo esta invocación afecta al resto de chicos que lo realizan es esquiva en primera estancia a probarlo, pero finalmente cae en la tentación y accede. 
En uno de esos trances Mia cree contactar con su madre fallecida, lo que hará que la protagonista en vez de alejarse de tan peligroso artilugio sienta el efecto contrario queriendo con ello volver a encontrarse con su madre. 

Memorable filme este de Danny Philippou & Michael Philippou quienes han pasado del mundo del corto y de las webseries a la pantalla grande con un éxito a nivel mundial sin precedentes, que incluso a pasado a ser distribuido por la fantástica A24 y de la que se habla que habrá nueva entrega en breve, algo que es más que claro que iba a suceder una vez visto el filme. 

Sinceramente, pocas películas pueden dar tanto miedo como esta, sobretodo si eres adolescente o si eres alguien con alto nivel de sugestividad, la película te puede afectar, pero bueno, el cine de terror siempre ha sido para los valientes. 

Porque para el que escribe estas líneas todo funciona.
La dirección de actores, la magestuosidad de los primeros planos y una fotografía apagada y bien contrastada, que nos sumerge en los espacios donde se desarrolla la narración, muchos de ellos cerrados. 
Habitaciones de pisos donde los jóvenes aprovechan sus primeros años de universidad o la ausencia de sus padres durante un fin de semana. 

Además de todo eso, la película posee muy buen ritmo, que no está reñido con demasiada cantidad de planos, sino que tiene pulso.
Los directores saben jugar bien con el tiempo fílmico, marcando donde pueden recrearse más o dónde por el contrario, únicamente es necesario un único plano en un travelling y un objetivo de 50mm.

Para mí, una de las películas del año, no cabe duda. 


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