jueves, 22 de diciembre de 2016

UN BISOLGRIP Y UNA PATA DE JAMÓN


Llevo varios días atascado de la nariz. Siempre presumo de no ponerme malo en invierno, pero este año parece ser que mi señora trompa no me ha dado tregua.

Me despierto por las noche ahogado, sin poder respirar, algo angustioso a la par de incómodo.

Además, el catarro se ha apoderado de mi y creo que sí, me estoy empezando a poner malo.

Ahora bien, todo tiene sus beneficios. Me ha ayudado mucho el Bisolgrip. Y no es que quiera hacer publicidad de un producto pero si me ha hecho estar mejor ¿por qué no lo voy a decir?

Pero creo que lo que mejor me ha sentado es la pata de jamón que tengo en casa.

Mi novia y su madre nos han hecho el mejor regalo que se le puede hacer a nadie, un jamón del que ya sólo queda lo que os enseño en la foto.

Ahora bien, si después de tomar el Bisolgrip y comer jamón me he encontrado mejor... ¿de quién es el mérito? Del medicamento o de alimento.

Como soy creyente de la homeopatía alimenticia, quiero creer que el resultado de que me encuentre mejor, no es de otra cosa que del jamón que me han regalado mi novia y su madre.

Así que, ¡gracias chicas!


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