martes, 24 de abril de 2018

Mr. MERCEDES

Mi ajado ejemplar de "Mr. Mercedes"
A estas alturas del mes ya debería de llevar más entradas escritas, pero los compromisos laborales, hacen que le pueda dedicar a este espacio menos tiempo del que realmente me gustaría.

Han pasado varias semanas que he concluido la lectura de "Mr. Mercedes", de hecho, ya me he leído su continuación "Quien pierde paga" y tengo en mi poder la tercera entrega que cierra la trilogía "Fin de guardia".

Pero antes de acabar con las hazañas de su protagonista continuaré leyendo "Mientras escribo", un ensayo escrito por King donde nos cuenta sus técnicas de escritura y las motivaciones que le llevan a completar su actividad.
Ahora mismo estoy sumergido en diferentes procesos de escritura y necesito recopilar todas las claves posibles.

Así, que no será por futuras entradas, tengo post's para rato.

Centrándonos en "Mr. Mercedes" creo que sólo podría realizar comentarios positivos, tanto de su argumento como de estructura.
En este libro tienen cabida un policía retirado como Bill Hodges (el protagonista de la novela), Brady Hartsfield (el asesino del Mercedes), Holly Gibney (una informática con problemas para relacionarse) y el más carismático de todos los personajes Jerome Robinson (por así decirlo, el pupilo de Hodges) que conforman entre todos ellos un amalgama de personajes variopintos dentro del universo de Stephen King fuera del género fantástico.

Porque eso tiene que estar claro, no estamos hablando de una novela de King orientada hacia el fantástico, sino que es una novela policiaca al estilo King aunque sin elementos de misterio o sobrenaturales.
Quizás por ello su lectura se convierte en algo poco convencional (al menos dentro de  la obra de su autor) y nos atrapa sobremanera.

Y es que lo que más me alucina de King (Spielberg también tiene ese don en el mundo del cine) es que es un autor que se adapta a los nuevos tiempos.
Es testigo de la época en el que vive y eso lo lleva haciendo los últimos cuarenta años; señas, referencias, formas de comunicarse... todo se ha ido transformando en sus cuatro décadas de obra.

Si tuviésemos que hacer un estudio sobre la forma de pensar y la idiosincrasia del pueblo americano durante los últimos años, únicamente, habría que tomar prestados fragmentos de sus libros para darnos cuenta que estamos ante un escritor sin precedentes.

Porque como digo y reitero, King es testigo de su tiempo. Si bien arrancamos con un atropello masivo sin justificación alguna (una práctica habitual en los últimos tiempos por terroristas y dementes; de hecho ayer en Toronto murieron diez personas por una causa similar) y terminamos con el intento frustrado de un atentado terrorista en un concierto. (Algo que también sucedió en el Reino Unido hace ahora mismo un año, pero con un resultado poco deseable).
Todo esto hace que se conjugue a la perfección, todo tiene cabida en ese universo que representa las conexiones del universo de King.
Porque si antes los asesinos de sus novelas jugaban al despiste camuflándose entre la sociedad, a día de hoy lo hacen a través de internet.
Concretamente, a través de "El paraguas azul". Un programa perteneciente a la Deep Web donde Hodges gracias a un seudónimo "Rana Gustavo" es capaz de hablar con el asesino del Mercedes y dar poco a poco con sus pasos.

Después tenemos otro elemento reseñable dentro de la novela. Una constante en la obra de King.
La elección del cambio de punto de vista. Pasamos de la tercera persona a primera sin importarnos demasiado hacia donde vamos.
Los códigos están tan definidos desde el inicio, poco más nos queda que aprovechar lo que Stephen nos quiere mostrar.

Que también Hodges sea un policía retirado que mata su tiempo libre "haciendo de detective" es un hecho destacable. Un anciano siendo el protagonista no es una práctica muy habitual (aunque King ya utilizó esto en su novela "Insomnia" ya comentada en este blog); haciendo de los problemas de alguien de esa edad los suyos propios.
El escritor de Maine hace extensible su día a día e inquietudes a los de sus personajes.
Ni el mejor Unamuno.

Además, a pesar de concluir "Mr. Mercedes" con un Brady Hartsfield que no es capaz de recordar nada (aunque algo nos hace entrever que algo malo va a suceder) nos nos deja indiferentes, porque sabemos que algo va a pasar...

Y no me equivocaba. He leído ya la segunda entrega y la sinopsis de la tercera, y amigos, sólo puedo deciros que es IMPRESIONANTE.

No hay comentarios:

Publicar un comentario