domingo, 10 de septiembre de 2023

HELLO MARY LOU: PROM NIGHT II


Cambiando el rumbo de la saga al igual que hizo "Halloween" en su tercera entrega, "Prom Night" tiró del recurso estilístico y de concepto que tan bien había funcionado con "Pesadilla en Elm Street" ("A Nightmare on Elm Street" - Wes Craven (1984)), convirtiendo a Mary Lou en un icono incontestable del cine de terror. 

Pero ¿de qué va?
"Hello Mary Lou: Prom Night II"(Ídem - Bruce Pittman (1987)) cuenta la historia de Mary Lou Maloney quien años atrás muere en un accidente provocado por el que era su novio Bill Nordham debido a un ataque de celos durante la noche de graduación.
Años después, Mary Lou volverá entre los muertos reclamando venganza tanto a Bill como a todos aquellos que encubrieron su crimen. 

Con referencias bastante claras al éxito de Wes Craven "Pesadilla en Elm Street" y con un halo hacia lo sobrenatural, esta segunda entrega se aleja del slasher para convertirse en otra cosa que será en lo que se termine convirtiendo la saga "Prom night" más que en cine de asesino y cuchillo. 

Y es que ella podemos encontrar incluso la sala de calderas de Freddy Krueger, y sino es la misma, otra muy parecida, ingeniosas muertes y un guión más redondo de lo esperado, donde la premisa que hablamos de la primera entrega, la venganza, es el motor de la historia en este caso se repite. 

En cuanto al personaje de Mary Lou, ni que decir tiene que posee su gracia, es icónico, divertido e incluso tiene un guiño a "La novia de Frankestein" ("Bridge of Frankenstein" - James Whale (1935)) que me hace hasta gracia.

Sinceramente, me da la sensación, que la película de Bruce Pittman, (inspirada o no en el asesino más famoso de Elm Street), tuvo su acierto y revivió algo que aparentemente estaba muerto o que hubiese dado únicamente para una película de una entrega. 

No han envejecido nada mal y se pasa rápida, es entretenida e ingeniosa. Además, no hace falta ver la primera parte para ver esta, así que si os topáis con ella, no perdáis la oportunidad de echarle un ojo. 

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