viernes, 2 de mayo de 2025

COLEGIALAS VIOLADAS

 


Inicios de los años ochenta. 

España se convierte mediante su apertura de puertas en un punto turístico del que ya fue germen en la antigua España franquista.
Las jóvenes de origen alemán y otros países del centro de Europa creen que la península ibérica es un buen lugar para pasar las vacaciones, concretamente en la costa del sol

Aprovechando el viaje, un grupo de chicas decide estudiar idiomas en un complejo hotelero en donde años atrás surgió un brutal asesinato.
Como si de una vuelta a aquellos tiempos se tratase , las jóvenes son asesinadas brutalmente sin que nadie sepa muy bien cuales son los motivos. 

Ahora, cada una de ellas intentará hacer lo indecible por sobrevivir y no ser la siguiente víctima de lo que parece ser un asesino en serie. 

Sumida en la vorágine del cine Slasher que surgió a finales de los setenta e inicios de los ochenta del pasado Siglo XX, muchos fueron los productores que se sumaron a la moda de producir este tipo de películas que ya eran un género en si mismas.
Este filme por ejemplo tiene bandera de Alemania del Oeste (RFA), país que exportaba con éxito películas de este estilo.

De hecho, el comienzo de esta "Colegialas violadas" ("Die Säge des Todes" - Jesús Franco (1981)) bien podría recordar al e "Viernes 13" ("Friday the 13th" - Sean S. Cunningham (1980)); una pareja de jóvenes se magrea y terminan asesinados. 

En la película de Franco también tenemos otros paralelismos con la película de Cunningham, chicas y chicos hermosos, excluidos sociales, personas con problemas mentales y personajes con defectos físicos. 
Puntos de encuentro que hacen (o al menos) generan un precedente del por qué los asesinos hacen lo que hacen. 

"Colegialas violadas" (por cierto muy mal neaming para el film, ya que ni hay colegialas, son universitarias, ni nadie las viola) es una película muy bien filmada, en donde hay momentos como los del locutorio donde las chicas aprenden idiomas que son completamente hipnóticos o la muerte de una de ellas con una sierra de calar de carpintería. 

Me gusta bastante la libertad con la que está hecha la película, ya les gustaría a muchos cineastas saltar de un género a otro sin importarles demasiado el qué dirán. 

Entiendo la vida de Jesús Franco ligada a la cámara, al rodaje, al hecho sagrado que significa filmar, me siento muy identificado con él. 

Volviendo a la película, echadle un vistazo, no os defraudará. 

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