Soy de los que opina que hay que apoyar todo tipo de iniciativas, más aún si estas surgen desde el underground y son una demostración plena de amor al cine.
El Magazine Weird es un vivo ejemplo de esto que hablo.
Un grupo de aficionados y cineastas se unen para hablar de lo que más les gusta, las películas.
Y tomando como ejemplo la década más dorada para los videoclubs no dudan en tomar como punto de partida el año 1984.
Quizás el año de los ochenta del pasado siglo XX donde mayores éxitos de taquilla se produjeron, este hecho es contrastable si tenemos en cuenta los grandes números que hizo "Superdetective en Hollywood" ("Beverly Hills Cop" - Martin Brest (1984)) tal y comentamos ya en este blog.
También 1984 fue el inicio de sagas icónicas como las de "Terminator" ("The Terminator" - James Cameron (1984)), "Kárate Kid (el momento de la verdad)" - ("The Karate Kid - John G. Avildsen (1984)), dirigida por un John G. Avildsen que años atrás se alzó con el Oscar por por "Rocky" (Ídem - John G. Avildsen (1977)) y que con su inmersión en el mundo de "Kárate Kid" supuso además del consiguiente éxito en taquilla, una nominación al Oscar para Pat Morita por su papel del señor Miyagi.
Pero 1984 también fue conocido por un año donde las películas de videoclub intentaban recopilar dinero de la manera que fuese.
Con la creación de películas de muy bajo coste, donde su rentabilidad consistía en los alquileres de esos templos sagrados llamados a ser el imaginario de miles de personas en todo el globo; y en donde una carátula era sinónimo o no éxito.
Eso bien lo sabían los creadores de Troma y "El vengador Tóxico" ("The toxic avenger" - Lloyd Kaufman & Michael Herz (1984)) ellos fueron los creadores de un sistema en el cual deberían de convencerte de pillar una de sus películas en vez de cualquier película de las mayors, basándose en una portadas ilustrabas que evocaban a todo, menos a lo que normalmente acontecía en aquellas películas.
Pero no sólo había productos originales dentro de este universo de videoclub, estos convivían junto con seudo productos referidos a otros éxitos.
En este caso de los monstruos marinos japoneses como Godzilla o Gamera que tuvieron su réplica española de videoclub, "Serpiente de mar" (Ídem - Amando de Ossorio (1984)) fue una de ellas y en donde incluso un ganador del Oscar como Ray Milland desfilaba en este filme de serpiente gigantesca a la par de radioactiva.
Y es que amigos, el imaginario surgido en la década de los ochenta es difícilmente superable, porque no sé que sucedió en el mundo en general, pero quizás haciendo un paralelismo con "La noche del cometa" ("Night of the comet" - Tom Eberhardt (1984)), un cometa sobrevoló el mundo no convirtiendo a la población en zombie, sino haciendo del mundo del séptimo arte un reducto inigualable donde todas las ideas disparatadas o quizás no tan disparatadas eran posibles.
Deseo que vuelvan aquellos tiempos.
Volviendo a esta publicación, podéis haceros con este Fanzine a través de Twitter buscando la cuenta del Videoclub Weird.
Ya hay anunciado un segundo volumen referido a las películas de posesiones demoniacas. No me lo pienso perder.
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