martes, 27 de marzo de 2018

WESTWORLD - TEMPORADA 1

A finales de 2017 me vi los tres primeros episodios de "Westworld", en un principio rechazaba la serie, puesto que me recordaba demasiado en su planteamiento, a la película en la que se basaba "Almas de metal" ("Westworld" - Michael Crichton (1973)) y me daba la sensación de que iba a anticiparme a lo que iba a suceder.

Como soy un hombre que todo lo que empieza lo acaba, en este 2018 me puse manos a la obra y decidí continuar.
A medida que avanzaban los episodios me di cuenta de una cosa: Estaba equivocado.

El "Westworld" actual coge prestada la premisa inicial de la película de Crichton y la mejora de tal manera que deja por los suelos al material original en el que se basa.

Jonathan Nolan como creador de la serie ha sabido captar la esencia de que se tenía que contar y lo ha transformado en algo bello, metafórico y que nos hace cuestionar (al menos a mi) nuestra propia existencia.

Si bien en un principio, creemos que algunas cosas son de cierta manera, según los diferentes puntos de vista de los personajes y sus motivaciones, a medida que avanzan las tramas nos damos cuenta que estas, no son tal y como nos las planteaban inicialmente.

Parándonos a pensar en los personajes, sin ir más lejos Bernard (interpretado por el siempre solvente Jeffrey Wright); él es quien acompaña a los "Host", (en español no sé como lo denominan) o robots hacia el camino, el es quien los programa, quien conoce sus recuerdos que forman su personalidad.

Porque para que un robot tenga un carácter a de tener un recuerdo (bueno o malo) que le haga que ser quien es, que le haga tener (por así decirlo) una motivación a la hora de actuar.
Nuestra percepción de un Bernard bueno, bondadoso y entrañable cambia cuando descubrimos (PEDAZO DE SPOILER) que en realidad es una réplica de Arnold, uno de los creadores del singular parque, fallecido años atrás.
Quien Ford, uno de los creadores de "Westworld" ha hecho a su antojo, haciendo de Bernard su fiel amigo y consejero. Llevándolo incluso, a matar.

Cuando Bernard se da cuenta de la existencia de si mismo, que nunca ha tenido un hijo y que en realidad es la réplica de alguien fallecido, el comportamiento de este ser difiere, es aún más pensativo, más reflexivo; y es que viene a mi mente una de las grandes frases del filósofo Descartes "Pienso, luego existo".

Bernard y la complejidad de su existencia.

Que quiere decir esto, que ese robot, tiene la capacidad de pensar, de decidir, de cuestionarse su existencia, en pensar si lo que hace está bien o está mal, en si todo ha sido un sueño, en saber si su capacidad de decisión es la adecuada...
Esto más que lo que cualquier filósofo se hubiese llegado a plantear.
Ya que cuando un ser de inteligencia artificial tenga consciencia de si mismo y de su existencia esto es el primer paso para la destrucción (o cambio) del mundo tal y como lo conocemos.
Esto no quiere decir un Apocalipsis, pero sí un cambio de percepción de nuestro cuestionamiento existencial como civilización. 
Me parece absolutamente fascinante. 


Porque "Westworld" (bajo mi parecer) es pura filosofía, es el "Mito de la caverna" de Platón elevado a la máxima potencia, es como el mundo real se refracta en un universo paralelo, donde algunos, (unos privilegiados) mueven los hilos a su antojo sólo por la mera desconexión del mundo real, tan duro y tan cruel como la vida misma.

Espectacular a su vez son los constantes giros de guión. Como la propuesta narrativa nos engaña constantemente (SPOILER) y creemos estar en un tiempo narrativo determinado cuando en realidad nos encontramos en tiempo paralelo durante toda la temporada.

*No confundir con Flashbacks. Esto es un apunte de importante de guión. Cuando dos acciones transcurren al mismo tiempo aunque jueguen en espacios temporales opuestos se denomina "tiempo paralelo" no "flashback". 

Así que en esta serie todo está pensado, y es que HBO no se anda por las ramas y si produce contenido, lo hace de calidad, y si una cosa ha primado siempre con una calidad exquisita en sus series, es sin ningún género de dudas, los guiones de las mismas.

Y es que estos tienen cosas tan alucinantes como la que voy a describir a continuación.

Los protagonistas de "Westworld" (me refiero a los robots) pueden ser detenidos por los humanos sólo con escuchar un reconocimiento de voz. En ocasiones que esto no funciona con todos, así que algunos de ellos ven las intervenciones de los humanos en su mundo.

Los humanos, la mayoría de las veces van ataviados con trajes térmicos, encapuchados y con extraños artilugios. Quienes los han visto, les llaman "dioses" y los dibujan, hacen figuras sobre ellos... ¿y a qué nos recuerdan esas figuras?

Nada más y nada menos que algunas de los grabados que aparecen en algunas cuevas prehistóricas. Donde supuestos humanoides visitaban a nuestros antepasados y también eran considerados como dioses.
¿Pero qué entendemos por Dios? ¿Un ser que nos otorga de conocimiento?  ¿Un ser con mayor conocimiento que nosotros? ¿Un ser más evolucionado tecnológicamente?

Los dioses que nos visitan.
Y es que si en realidad lo que nos quiere explicar la serie producida por Nolan es que "la raza humana forma parte de un parque de atracciones de una raza superior".

Bajo mi punto de vista, esa es la lectura.
En muchas circunstancias que nos acompaña en el día a día así lo creo. Si nos paramos a pensar en esto, daría mucho de que hablar y tampoco quiero ponerme a hacer conjeturas, pero creo que tras el argumento principal, tras el envoltorio de esta serie hay un trasfondo tan profundo que sería digno de estudio.

Otros elementos a destacar, sin ningún género de dudas es la partitura de Ramin Djawadi, maestría pura.
¿Alguien puede cuestionar que este señor va a ser uno de los mejores compositores de la historia de la televisión?
Creo que no. Cada openning que cae en sus manos, cada episodio que musicaliza lo hace con una delicadeza propia de un genio. Si tiene la suerte de empalmar buenos proyectos en cine, le auguro al menos un par de Oscars. Lo digo a 27 de marzo de 2018 que conste en acta.

Por otro lado, al margen de la citada interpretación de Jeffrey Wright, ni que decir tiene que el resto de actores que le acompañan no hacen otra cosa que brindar de excelencia a una serie, que si continúa este ritmo hará historia no sólo en televisión sino en la ciencia ficción en general.

Sublime.

Ford es quien mueve los hilos a su antojo.

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