LOS DOS PAPAS

Creo que lo que engrandece a "Los dos Papas" ("The Two Popes" - Fernando Meirelles (2019)) es la cercanía con la que el brasileño Fernando Meirelles ha filmado esta ficción basada en hechos reales.

Por un lado, tenemos al Cardenal Ratzinger, un hombre que lucha por los antiguos valores de la iglesia católica y que está muy lejos de reformular tanto los ritos, como las costumbres de la institución, acólito de unos tiempos que quiera o no, están cambiando.

En el lado contrario tenemos al Cardenal Jorge Bergoglio. Un hombre que cree en la revolución de los valores y de la transformación de la Iglesia desde dentro.
Tanto es así, que apuesta por la quita del celibato y que la Santa Sede mire más por las comunidades necesitadas.
Porque en eso consiste lo de ser Papa.
El Santo Padre, es el máximo representante de Dios en la Tierra y además, el sucesor de San Pedro, con lo cual, Bergoglio intenta huir de los lujos de la institución y aboga, entre otra cosas, por los votos de pobreza.

Quizás, el haber sido el líder de los Jesuitas argentinos y los fallos cometidos en el pasado, han hecho hayan hecho de él, el hombre que es a día de hoy.

Y es que lo que podemos ver en este filme no es la otra cosa que a dos seres humanos. A los cuales les gusta el fútbol, la música e incluso si tienen hambre, no dudan en comerse unas pizzas y beberse unas Fantas para matar el apetito.
Ese punto de vista está muy bien definido desde el guión, donde podemos encontrarnos con guiños como .- ¿Qué oración estás tarareando? .- Dancing Queen, ABBA.
Esos momentos son los que hacen grande a esta película.

Bien documentada, guionizada y por su puesto interpretada, por dos maestros como son Anthony Hopkins (quien últimamente tiene mucha presencia en este blog) y Jonathan Pryce quien en los últimos tiempos, sin ninguna duda está viviendo una época dorada, hacen de este filme uno de los más redondos del pasado 2019.

En los próximos Oscar que se celebran el domingo, va a tener complicado hacerse con una de las tres estatuillas a las que aspira, pero si se llevase incluso los tres a los que está nominada no pasaría absolutamente nada, puesto que esta película desde su concepción, hasta su ejecución, es una auténtica obra de arte.

Netflix, como ya nos tiene habituados sigue dando en el clavo. Que siga siendo así.