domingo, 5 de julio de 2020

ANATOMÍA DE UN INSTANTE

"Anatomía de un instante" (Ídem - Javier Cercas (2009)) es el quinto libro que leo de su autor.
Si bien, Cercas es un periodista metódico y que indaga hasta el final para ofrecer al lector toda la información de manera sesgada y precisa, en "Anatomía de un instante" son tantos los puntos a tener en cuenta y tan compleja es la trama que constituyó el golpe de estado del 23-F que es difícil no perderse.

Si una cosa me ha quedado clara tras leer este ensayo periodístico, es que a pesar llevar más de cuarenta años de democracia, aún nos queda mucho por avanzar como nación para lograr los estándares de otros países de nuestro entorno.
Y es que ese estancamiento al que hemos sido sometidos tras décadas de dictadura aún nos pesa.
A día de hoy, no es raro encontrarse con nostálgicos del régimen y quienes piensan que la mejor manera para que funcione la democracia es la aplicación de la mal llamada "mano dura", que por supuesto no comparto.

Algo así, debieron pensar el brazo armado que ideó el golpe de estado del 23 de Febrero de año 1981.
Milans, Armada y compañía pensaron que lo mejor para una España aún débil (recordemos que la constitución se había formalizado en el año 1978)) era volver a sus orígenes militares y armamentísticos que habíamos vivido en las últimas décadas como nación.
Pero no iban a ser ellos quienes asaltasen el congreso de los diputados, para eso ya estaban Tejero y otros militares dispuestos a lo que fuese con tal de llevarse los galones si el golpe prosperaba.
Y es que de aquel asalto, aún quedan las marcas de los disparos en el Congreso de los Diputados para recordarnos lo importante que a de ser nuestra unidad como país.

Durante el proceso anterior y posterior al golpe de estado, Cercas nos deja entrever que hubo dos hombres determinantes Adolfo Suárez y Juan Carlos I.
El primero, fue el hombre que inauguró la presidencia del gobierno de la recién nacida democracia. Un señor de provincias, nostálgico del régimen y que entre sus argumentos estaba el presumir de que nunca se había leído un libro hasta el final.

Por otro lado Juan Carlos I, el hombre puesto a dedo por Franco y que devolvió la monarquía a un país que podía haber vivido sin ella perfectamente.
Y es que en los libros de historia, se solía decir que nuestro anterior monarca fue determinante en el golpe de estado, pero Juan Carlos I nunca vio con malos ojos el acto en si; por ello contaba con dos discursos, uno por si prosperaba y otro por si dicho golpe era fallido.

Con todo esto podemos hacernos a la idea, que nuestros líderes no son tan maravillosos como pensábamos y que la historia, en ocasiones no se escribe como debiera ser, sino como a algunos les conviene que sea.

Cercas confiesa al final de su libro, que escribió este ensayo para conocer mejor a su padre y que en definitiva este también le conociese un poco mejor a él.
Creo sinceramente que a Javier Cercas este libro sí le sirvió para conocer más a su padre, para entender su pensamiento, pero a su padre muy probablemente le haya servido para (al menos) intentar entender que no todo en esta vida es blanco o negro.
Por suerte, algunos nos damos cuenta de este hecho más tarde o más temprano, nos guste o no.

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