lunes, 27 de julio de 2020

EL VISITANTE

Todos los años leo novelas de Stephen King.
Creo que los que seguís este pequeño espacio sois conscientes de ello puesto que dedico bastantes entradas al maestro del terror.

De un tiempo a esta parte, de sus últimas novelas cabe destacar la saga "Mr. Mercedes" donde el protagonista de esta trilogía es Bill Hodges un antihéroe jubilado, un tipo de personaje, que exceptuando al anciano de "Insomnia" poco tenía que ver con el perfil del personaje habitual de las novelas de King.
También, algo que veo novedoso en su literatura es tanto la trilogía anteriormente citada como en esta novela que hoy comento, "El visitante", es el corte policial y detectivesco que se impregna en la novela.

Y es que en esta rara avis de las novelas de King, cuenta la historia de Terry Maitland que es detenido acusado de violar y asesinar al niño de tan sólo once años.
Maitland es popular dentro de la población de Flint City.
Es entrenador del equipo infantil de baseball y aparentemente, cara a la sociedad se le considera un ciudadano respetable.
Terry tiene distintas coartadas para demostrar su inocencia, pero las pruebas de ADN le inculpan, además de que varios testigos afirman haberle visto en momentos determinados que le convierten en el sospechoso número uno.

Durante un traslado, Terry es abatido a tiros y jura antes de morir que él no ha asesinado al pequeño de once años.
Incluso en su lecho de muerte, niega los hechos, algo que sorprende en gran medida a Ralph Anderson que no da el caso por cerrado a pesar del fallecimiento de Terry.
Ralph investigará no sólo los pasos de Terry sino las circunstancias que llevaron a la muerte del niño, buscando así posibles claves que le ayuden a encontrar al verdadero culpable si es que lo hubiese.

Pronto, aparecerá en su camino Holly Gibney, que años atrás se encargó junto con Bill Hodges de capturar al asesino conocido como Mr. Mercedes, quien actuaba además desde su cama de hospital desdoblando su consciencia, sacándola, por así decirlo, de su cuerpo.

Holly, de hecho, cree que el caso del asesinato del niño de Flint City, probablemente tenga conexión con el otro caso y con las leyendas que hay en muchos pueblos y culturas.
El hombre del saco, el coco o seres con pajas en los ojos que aterran a los más pequeños y que forman parte del imaginario colectivo de ciertas comunidades latinas.
Y es que lo creamos o no, ese hombre del saco, es capaz de adoptar distintas personalidades, las cuales maneja a su antojo para hacerle lo que mejor sabe, matar y meter miedo a quienes les rodean.

Fabuloso es que la clave sobre el descubrimiento de este personaje esté en una película de Serie B o que a ese coco Ralph Anderson le ponga el nombre de "El visitante", ya que opina que es a modo de visita inesperada cada una de sus actuaciones.
Me gusta el empeño de los personajes en descubrir la verdad, la conexión de los hechos, la utilización de un personaje como el de Holly Gibney a quien además debemos de sumarle una buena conexión con Anderson.
Tanto es así que incluso Anderson, a pesar de tener su vida armada, se llega a enamorar de la sagaz detective.

Con "El Visitante" podríamos concluir que King camina hacia un nuevo rumbo, un lugar donde las presencias paranormales y seres desconocidos abundan delante de nuestras vidas cotidianas sin que podamos hacer nada por evitarlo.
Su literatura también camina hacia historias donde los protagonistas como Holly Gibney y Ralph Anderson se terminarán convirtiendo en personajes de unos cuantos libros más, al igual que el Hercule Poirot de Agatha Christie.

Además de la conexión con "Mr. Mercedes", hay un momento en el que se nombra "aka" que para King significa grupo de amigos o compañeros que acuñó en otra de sus sagas "La Torre Oscura".
Veo también, conexiones con "It" en el sentido en que ese ser desconocido, decide invernar, aguardar su presencia durante distintos periodos de tiempo para así nacer con más fuerza.
Y es que amigos, no hay nada mejor que crear un universo propio, porque en ese instante, las reglas las pones tú y de eso King, sabe bastante.

Como detalle final, no puedo cerrar esta entrada sin citaros la presencia del ser en el granero. Un momento terrorífico, porque los personajes sienten que está pero no lo pueden ver. Está tan bien escrito que me parece memorable, como lo es a su vez que Holly haya heredado la agencia de investigación privada del difunto Bill Hodges y es que son esos pequeños detalles los que engrandecen el universo de King.

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